Gaizka Urresti presentó en el Festival de Cine Español de Nantes, que finalizó este pasado domingo, su nueva película, un documental sobre la figura de José María Arizmendiarrieta, un párroco vasco que fundó el movimiento cooperativista en Euskadi, lo que después dio lugar a empresas como Fagor o Eroski. Tras el festival de Nantes, Urresti se ha mostrado muy satisfecho, ya que era la primera vez que se proyectaba el documental y «fue muy bien», según el director. Él mismo cuenta que «el debate posterior fue muy animado y que las personas preguntaron mucho por la figura de este personaje desconocido fuera de Euskadi».

La idea para hacer Arizmendiarrieta. El hombre cooperativo surgió por casualidad. «Llevaba tiempo buscando un personaje relevante y un amigo me sugirió a Arizmendiarrieta. Busqué en su biografía y me resultó muy interesante porque había oído hablar de él pero no sabía todo lo que hizo y cómo lo hizo. Merecía claramente una película». Según Urresti, el valor de este personaje está en que la «durante el franquismo se preocupó por el desarrollo social y decidió crear herramientas, como las cooperativas, para favorecer la participación de los trabajadores en la economía». «Para poder cambiar el mundo, primero hay que cambiar la realidad inmediata», dice el director vasco. «José María trabajó muy duro desde el 41 hasta 76 por empoderar a los jóvenes», añade.

El proceso de grabación «ha sido costoso» ya que el director lo ha compaginado con otras grabaciones, puesto que la primera idea le surgió hace cuatro años, tiempo en el que ha rodado películas como Bendita Calamidad.

PERSONAJE DE ANIMACIÓN

La mayor dificultad que encontró Urresti fue la falta de testimonio audiovisual, ya que apenas hay vídeos del párroco vivo. Para salvar dicha traba, Urresti optó por la animación, que utiliza, junto a los testimonios de las personas que le conocieron, para ilustrar y explicar la vida de Arizmendiarrieta. Uno de los entrevistados más destacados del filme es el actual lehendakari vasco, Íñigo Urkullu. El director también reconoció que llegó a temer que, durante los cuatro años de grabación, alguna de las personas a las que querían entrevistar fallecieran debido a su avanzada edad, ya que el protagonista de esta historia nació en 1915 y murió a los 61 años de edad.

A pesar de ser un género menos trabajado por Urresti, afincado en Zaragoza, el documental no ha supuesto un reto muy grande para este director, ya que, según admite, «el documental no deja de ser cine, y el cine es una forma de hacerse preguntas y respondérselas a uno mismo. Yo ya llevo mucho tiempo haciendo cine». Sí que asegura que, «como siempre», encontrar financiación ha sido lo más complicado.

Tal y como admitía el propio Urresti, Arizmendiarrieta no es una figura reconocida fuera del País Vasco, pero allí se le considera toda una institución por ser el fundador del grupo Mondragón, localidad gipuzcoana donde desarrolló toda su actividad. En la actualidad, este párroco que trató de revolucionar el mundo empresarial, está en proceso de ser canonizado.