Tres grupos muy distintos, tres conciertos igual de dispares y un rasgo común entre ellos, la calidad y el talento que destilaron en las tablas, cada uno dentro de su estilo. La nueva edición del concurso de música joven Popyrock llegó la noche del sábado a su final en el Centro Cívico Delicias de Zaragoza, donde pasaron por su escenario Setback, Pardiez y Endorphin Shot. Cualquiera de ellos podría haber sido un digno ganador; finalmente, fue el rock de raigambre sureña de Endorphin Shot el que se llevó el gato al agua, con una actuación llena de garra y sorprendente madurez.

El contraste, pues, resultó una de las características de esta final que comenzó puntual, a las 21.00 horas. Leyre Navarro, la cantante de Setback, rompió el hielo con valentía cuando apareció sola en el escenario. Su voz y un ukelele fueron las únicas armas con las que se presentó para dar comienzo a la final. Realmente, no hizo falta más. A pesar de los nervios iniciales, la potencia de su voz y la sensibilidad que transmitió llegaron a un público que llenaba unas tres cuartas partes de la sala. Fue con la segunda canción cuando ya se incorporó su compañero en el grupo, Carlos Gil, y así pasaron al formato de piano y voz. Para terminar, lanzaron otro órdago ciertamente arriesgado. Su versión de Bohemian Rapsody, solo con voz y piano, fue una apuesta muy alta que, de alguna forma, les pasó algo de factura. No obstante, la sensación que dejaron después de sus cerca de sus cerca de 45 de actuación fue la de un grupo con un potencial tremendo y muchos años por delante para crecer todavía más.

Si con Setback la sensibilidad y la portentosa voz de Navarro resultaron ser los absolutos protagonistas, con Pardiez lo fueron el desparpajo y la energía encima del escenario. Ya se barruntaba el cachondeo con la voz autómata de Loquendo que les presentó mientras tomaban posiciones. A partir de ahí, potencia y guitarrazos dieron inicio a su actuación, con un rock alegre que por momentos osciló entre el sonido propio del indie nacional y los ritmos de propuestas extranjeras como Mando Diao. Lo cierto es que Javi, Alejo, Pedro, Víctor y Álvaro supieron hacer de su concierto una buena fiesta, en la que el público entró desde el principio, reforzado todo por una sólida puesta en escena y un sonido limpio y contundente.

Tampoco pasó por alto su versión de Valiente, canción de Vetusta Morla, que ejecutaron con sorprendente precisión, sobre todo, en lo que respecta a lo vocal.

UNA BANDA CONSOLIDADA / Así se llegó a la última actuación de la final, sin contar, claro está, la del grupo invitado logroñés Camino del Exceso, que subió a las tablas mientras el jurado deliberaba su decisión. Endorphin Shot irrumpió con mucha fuerza y hechuras de grupo totalmente consolidado. Una sección rítmica sólida, con Juan Herrero en el bajo y Julián Casanova, y la evidente calidad de Juan Pablo Martínez con la guitarra empastaron a la perfección con la tremenda voz de Cristina Alonso, una vocalista que, por cierto, se comió el escenario desde el principio con un manejo sorprendente del espacio escénico.

Entre el rock pantanoso, pinceladas de funk y la fuerza de una cantante que domina sin ambajes los desgarros del soul y del blues, fue desarrollándose el mejor concierto de la noche. Desde Black Crowes o Tom Petty, hasta Aretha Franklin, pasando por Lenny Cravitz, su propuesta fue una muestra del dominio de los integrantes de Endorphin Shop en estos estilos para acabar ofreciendo un sonido con personalidad propia.

Con esta actuación se llevaron, pues, los 3.000 euros en metálico de un primer premio que incluye, además, la grabación de un videoclip, 12 horas de estudio de grabación en el Centro de Artes para Jóvenes de El Túnel, una master class sobre derechos de autor y distribución y, por último, una actuación, dentro de las programadas por el servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza.

El segundo premio, para Pardiez, consta de 1.500 euros en metálico, seis horas de grabación en El Túnel, una Master Class sobre derechos de autor y distribución, así como otra actuación en una de las programaciones del servicio de Juventud. Por último, Setback se hizo con un tercer premio que les otorga 500 euros en metálico, otras seis horas de grabación y una actuación dispuesta por el servicio de Juventud.

Además, en esta final también recibieron sus premios The Hard Mama y Eva McBel. Los primeros se hicieron con el galardón Música en la Red, mientras que Eva Mcbel recibió el premio a la Mejor Propuesta Joven.

Así concluyó el concurso Popyrock del 2018, una edición en la que destacó la alta calidad mostrada por los grupos, no solo en la última cita, sino también dentro de las semifinales de este certamen organizado por el servicio de Juventud del consistorio zaragozano y con la colaboración de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, Musicópolix y ZGZ Conciertos.