Sumas y restas, del colombiano Víctor Gaviria, fue la otra película a concurso de la jornada de ayer y una de las más destacadas. Gaviria, autor de La vendedora de rosas, afronta en esta ocasión la actividad del narcotráfico aunque situando la acción en el Medellín 20 años atrás, en pleno apogeo de los cárteles de la droga. "Es un retrato de esa época, de unos tiempos de euforia y permisividad. Había una ingenuidad colectiva en la que se perdieron las alarmas morales", afirmó. Sumas y restas está interpretada por magníficos actores no profesionales. "El narcotráfico contaminó toda la realidad colombiana. Lo curioso es que no ha habido una crítica cultural al narcotráfico", aseguró.