Cuando el Gobierno de Aragón tuvo que reorientar los presupuestos del 2020 a causa del coronavirus, dentro de la estrategia de reactivación de la economía incluyó un fondo de 100.000 euros para comprar obras a las galerías de arte aragonesas. «El objetivo era, además de dinamizar el sector, ayudarle y empezar a conformar una colección pública de arte contemporáneo para la ciudadanía», explicaba ayer el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Víctor Lucea. Así, en el 2020, el ejecutivo compró 18 obras de siete galerías, 10 de las cuales se han presentado hoy en sociedad como parte de una exposición que se puede visitar en el museo Pablo Serrano de Zaragoza. Junto a Lucea, han asistido al acto la jefa de Servicio de Difusión del Patrimonio Cultural, Archivos, Museos y Bibliotecas del Gobierno de Aragón; y el propio director del Pablo Serrano, Julio Ramón.

Para la adquisición, se creó una comisión de trabajo compuesta por técnicos y especialistas que se pusieron en contacto con las galerías para la selección «siempre bajo el criterio de que estuvieran dentro del discurso que alienta este IAACC Pablo Serrano», ha explicado Víctor Lucea.

Como prueba de ello, esta primera exposición, de hecho, está presidida por obras de Juana Francés (una de las líneas que sigue el centro). Bajo el título La colección crece La colección crecese exhiben 10 de las obras compradas junto a estas dos obras de la artista, pertenecientes a su etapa informalista y a la serie de El hombre y la ciudad. El discurso responde a dos de las líneas reforzadas con esta adquisición, por un lado, la de la abstracción pictórica, y por otro el papel de las nuevas tecnologías en la sociedad actual, presente en las obras a través de los asuntos tratados, de los materiales empleados, o del proceso de creación desarrollado por los autores.

Por la vigencia que a día de hoy sigue teniendo esta reflexión, «se tomó como discurso un recorrido que parte de la poética de la naturaleza y que acaba en el papel de la tecnología en nuestra sociedad», han explicado los responsables del Gobierno de Aragón. Entre esos dos puntos, se transita por las huellas provocadas por un sistema capitalista voraz (afecciones en el medio natural, especulación inmobiliaria, aparición de formas de vida al margen del sistema), la presencia de la tecnología en nuestro modo de vida y las alianzas que ésta establece en el plano artístico respecto al medio natural.

El programa, que empezó en el 2020, nace con vocación de continuidad y para este 2021 está consignada la misma cantidad en los presupuestos de la comunidad, es decir, otros 100.000 euros para la compra de obra a las galerías de arte contemporáneo. Una de las condiciones que se pone, «es que sean espacios aragoneses y que se trate de artistas que representan ellos con el objetivo de apoyar el tejido de la comunidad», ha resaltado Laura Asín que aseguró que cuando se aprobó esta línea en el presupuesto fue un «gran motivo de alegría para todos».