Nueve años ha tardado Gonzalo Valdivia en publicar un nuevo trabajo, que presentó el pasado viernes en Linacero Café. Asegura que haber sido guitarrista de Héroes del Silencio fue su culminación musical.

--¿Qué Gonzalo Valdivia aparece en El hombre de ojalá

--Hay una clara evolución debido a los años que han pasado desde mi último trabajo, en 2005. Solo saco algo nuevo cuando estoy convencido que merece la pena, no saco páginas de mi diario cada año. Este disco creo que resume los sitios donde he estado durante estos nueve años: la gira con Héroes, el espectáculo de Pink Floyd, etc. Ha sido un trabajo muy largo, me lo he tomado muy tranquilamente.

--Hablando de The wall performance

--Fue un aprendizaje a todos los niveles porque se hizo desde la ilusión de una gente que, en un principio, se juntó para aprender a tocar mejor la guitarra. Pero al final degeneró en un espectáculo con el que recorrimos toda España. El balance fue genial.

--¿Y qué ha estado haciendo durante todo este tiempo?

--He estado metido de lleno en la última versión de The wall performance. Han sido años duros de crisis en el negocio de la música, los contratos no han estado al mismo nivel que en años anteriores. Además, he tenido tiempo para hacer un acopio de canciones porque la criba para este disco ha sido de muchísimos temas. Finalmente, ha salido la boca del embudo, pero que suena muy homogéneo.

--Comenzó su carrera musical en la banda En Pecado. ¿Qué recuerda de esos años?

--Partes con toda la ilusión del mundo en este mundo de la música. Es en esa época cuando estás más puro y quieres ser como los Rolling Stones. Después te das cuenta de que lo que pensabas que era este mundo cuando tocabas en tu habitación no es tal y te decepcionas muchísimo pero, aún así, compensa.

--¿Cómo fue tu reclutamiento en Héroes del Silencio?

--Para mí fue la mejor experiencia de mi vida musical. Es como jugar con el Barça o el Real Madrid. Durante tres meses estuve por Latinoamérica, EEUU, etc. donde los estadios estaban llenos. Solo Héroes consiguen reventar un estadio.

--¿Cree que su hermano Juan le ha hecho sombra?

--No, jamás. Mi hermano Juan es para mí uno de los mejores guitarristas que he oído en mi vida junto con David Gilmour. Nunca le llegaría a la suela del zapato, es un auténtico genio. No puedo tener su sombra, para nada.

--¿Tiene pensada alguna gira?

--Este disco es una autoproducción. Estamos recibiendo las primeras ofertas para ir a México con mucha ilusión por la idea de poder presentar allí El hombre de ojalá. Curiosamente, mi nombre suscita mayor interés en Latinoamérica que aquí, quizá por la gira de Héroes o por toda la gente que me conoció aquel año. No obstante, aún no hay nada cerrado y durante el mes de marzo vamos a estar ensayando.