En Fuendetodos tienen muy claro que Goya es su principal motor de desarrollo y, sin duda, su mejor baza para fijar población. Sin apenas agricultura y ganadería, la llegada hace unos años de los molinos de viento ilusionó a los vecinos, pero ahora lamentan que generan «muy pocos empleos». De hecho, solo cuatro fuendetodinos trabajan en el mantenimiento de los aerogeneradores, que, eso sí, dejan importantes ingresos en el consistorio. «El turismo que llega atraído por Goya es nuestra única esperanza para dar vida al pueblo y que venga o se quede la gente joven», aseguraba este domingo Pura Lamarca, que tiene 58 años y lleva desde los 12 en Fuendetodos.

A nadie se le escapa que, sin Goya, el municipio no podría atraer cada año a más de 20.000 visitantes. El turismo ha activado la economía, como demuestran los próximos negocios que van a abrir. «Se están construyendo un apartahotel, un hotel con encanto y vamos a impulsar un proyecto para hacer unos bungalós en las afueras del pueblo», destacaba el alcalde Enrique Salueña.

Ni siquiera el poder de atracción de Goya ha impedido que la población haya caído en Fuendetodos, si bien en los últimos años ha habido un leve repunte, según el alcalde. «Nosotros abrimos la tienda hace 30 años y entonces había el doble de vecinos que ahora», señalaba Montse Gascón, que regenta junto a su marido el único establecimiento del municipio. «Si nos mantenemos es porque tenemos obrador propio y servimos a las carnicerías de otros pueblos», apuntaba.

Su hijo es uno de esos cuatro vecinos que se encarga del mantenimiento de los molinos, aunque ahora vive en Zaragoza. «La clave para fijar más población sería que ese trabajo lo hicieran empresas de la zona o que las que hay contrataran a los de aquí», indicaba Salueña.

Lo cierto es que ahora pocos jóvenes regresan a Fuendetodos si se marchan fuera a estudiar. «Mis tres hijos viven en Zaragoza, es que aquí solo está el turismo», lamentaba ayer Pilar Orós, una vecina de 65 años. «Antes, la agricultura tenía un mayor peso. Ahora es algo simbólico y la ganadería tampoco es relevante, aunque esto ha ocurrido en muchos pueblos», apuntaba otro vecino.

La apuesta por el turismo aún gana más peso si se tiene en cuenta que Fuendetodos cuenta con interesantes atractivos naturales. Y es que en esta zona de la sierra Gorda hay unas imponentes gargantas de roca caliza que en el pueblo llaman hoces y focinos, así como unos densos pinares. «Fuendetodos es más que Goya», subrayaba ayer su alcalde.

Dentro de su patrimonio natural e histórico destacan también los pozos neveros que se utilizaron entre los siglos XVII y XIX y con los que sus habitantes sustentaron buena parte de su economía suministrando hielo a Zaragoza y localidades próximas. «El nevero del Calvario ya se puede visitar y otro se está arreglando ahora», destaca Salueña.