El escritor español Juan Goytisolo recibió ayer el Premio de Literatura Latinoamericana Juan Rulfo en una ceremonia a la que asistieron el mexicano Carlos Fuentes y del Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez. En un acto solemne en el que quedó inaugurada la XVIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) el escritor (Barcelona, 1931) señaló que, pese al aciago panorama, cabe la esperanza de salvar al mundo desde las artes y la cultura. Durante esta edición, la cultura catalana es la invitada de honor del certamen.

"Un libro de poemas, una obra musical, un simple artículo periodístico pueden abrirnos los ojos e introducir una emoción, un razonamiento esclarecedor en nuestra amenazada existencia de ciudadanos", indicó. También lamentó que el mundo actual viva en un "desorden casi general".

En su intervención, jalonada de comentarios sobre su pasado, Juan Goytisolo llamó al auditorio a afrontar el pesimismo con lucidez, y se preguntó si la humanidad será capaz de reaccionar frente al caos de los tiempos actuales. "Nadie ni nada está a salvo de la barbarie. La mundialización económica y tecnológica del planeta repercuten en todos los niveles de nuestra existencia", añadió.

AUTODIDACTA

En ese contexto se situó no como un conocedor de todas las claves del mundo de hoy sino como un escritor incompleto, errante, autodidacta que se refugió en la energía subversiva para relacionarse con el mundo.

"Siempre he vivido a destiempo. La cultura de la familia materna que me correspondía por herencia me fue escamoteada por la Guerra Civil (1936-1939). El adoctrinamiento nacional, católico, al que me sometieron en la década de los cuarenta no apagó por fortuna mi sed de lecturas, pero las redujo y las condicionó", declaró.

Antes de su discurso, el mexicano Carlos Fuentes, amigo del galardonado, hizo una glosa de la obra del autor de Makbara (1980), Señas de identidad (1966) y Reivindicación del conde Don Julián (1970), novelas las dos últimas que fueron publicadas en México antes que en España por culpa de la dictadura franquista. Fuentes se refirió a Goytisolo como "el más español de los escritores" y a Juan Rulfo, que da nombre al premio, como "el más mexicano".

Fuentes destacó también su tratamiento literario de la culturas de España, de la Europa multicultural y del mestizaje de América, e hizo hincapié en que el premio "nunca se le ha dado a dos escritores más fraternales" que él y el propio Rulfo. Así, destacó de ambos su identidad local y universal: catalán y español uno --"el goytisolitario catalán"--, de Jalisco y México otro, y ambos "universales" también.

El escritor defendió la diversidad de España, que es todavía mucho más "que sus 34.000 refranes", ya que también existe por "su pluralidad, su tolerancia", a fin de "enriquecer". Defendió esta postura frente a la de "inventar al otro" como el "malo" con el objetivo "no tener que percibir la propia miseria".

"Vivimos un mundo peligroso, en que un solo nacionalismo se impone como poder unilateral", añadió, en alusión implícita a Estados Unidos y a su conocido rechazo a Bush.

En el acto también participó la ministra de Cultura, Carmen Calvo, quien elogió una visión goytisoliniana que demuestra que "siempre se aprende de una cultura ajena" y dio las gracias a los mexicanos por la generosidad que siempre mostraron hacia el exilio republicano.

"Tener dos lenguas y dos culturas es mejor que tener una, y tener tres es mejor que tener dos, y un caso paradigmático de esa idea es Cataluña, para la que el bilingüismo es una suma dinamizadora, positiva y enriquecedora", aseguró la ministra. Goytisolo, añadió, "ha sustituido la noción de tierra por la de cultura".

Por su parte, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, ensalzó también al escritor catalán por haber sido "uno de los primeros en recoger en España los signos de esa historia alternativa, a fin de dar voz a la verdadera pluralidad de voces".