NACIDO EN PARIS, 1960

DEDICACION TRABAJA EN LA CAPITAL FRANCESA EN LA SECCION DE EDICION DE UNA REVISTA CIENTIFICA

OBRA LITERARIA ´INFORME SOBRE MI MISMO´ ES SU UNICA NOVELA, ESCRITA A LOS 42 AÑOS CON EL SENCILLO PROPOSITO DE RELATAR SU VIDA CON TODA FRANQUEZA, SIN RECURRIR A LAS FLORITURAS Y AMBIG EDADES DE LA FAMOSA AUTOFICCION. A LOS POCOS MESES, LA NOVELA ES UN FENOMENO LITERARIO EN FRANCIA Y CONSIGUE EL PREMIO CAFE DE FLORE 2002

EN ZARAGOZA PRESENTO SU LIBRO EL JUEVES EN LA LIBRERIA CALAMO

Todo lo que le sucede en la vida a un niño va y viene por el libro como el soporte de su vida entera. Una tarde feliz ocupa como 40 años. Hay acrobacias continuas. El tiempo se estira y se encoge como una goma.

--La idea es que el tiempo se mueve, está vivo. Estamos acostumbrados a separar pasado, presente y futuro y a creer que en realidad el tiempo existe así, como si fueran distintas estaciones quietas del presente. Pero ese fluir, ese resbalar continuo no está compartimentado. Así es el tiempo.

--En la novela están sucediendo cosas continuamente y el chiquillo da cuenta de lo que aprende en cada secuencia, de cómo se transforma

--Es que no he pretendido contar la vida de nadie, sino indicar que todas las cosas que nos suceden nos dicen algo. No se trata de contar lo que me sucede, sino lo que las cosas que me suceden tienen que decirme. Cada acontecimiento engendra otro acontecimiento.

--Pero todo transcurre como si nada hubiera pasado

--Es que lo que nos pasa no va separado de nosotros. Se vive con las cosas, se crece con ellas.

--El episodio en el que el chico desea una bola de acero de un amigo, y piensa cómo tenerla o no modifica el mundo, adquiere dimensiones universales.

--Si. En cada suceso está todo el Universo. Se puede meter todo en ese acontecimiento, incluso una vida. Si se le vive verdaderamente, en él cabe toda la Humanidad.

--En su porfía, el niño reflexiona: "No se trata para mí de poseer la bola, sino de saber quién es digno de ella" Suena a Kant, ¿no?

--Absolutamente. Se trata de estar a la altura de la vida.

--Sartre, Delacroix, Edipo..., la cultura occidental anda por este libro como en el Ulises de Joyce

--Si. Porque se vive con toda la cultura. Hay un uso de la literatura, de los sueños, de la relación con los otros por ver cómo puedes volver vivas las cosas. No me interesa la literatura si no produce nada en la existencia de alguien. En el tratamiento del tiempo y en la manera de dilatarlo podría hacer pensar en Joyce, pero no pensé en este autor al escribirlo. Vi más tarde ese vínculo.

--Escribe usted: "Pocos sospechan que los fenómenos son más sorprendentes que los seres, quienes no son sino un mero avatar de los mismos" ¿Qué quiere decir?

--Que los seres son también fenómenos. No creo que el ser humano exista independientemente de lo que le pasa. Amar, sufrir, vivir, es lo que constituye el individuo.

--El libro va en parágrafos de menos de 15 líneas. Cada uno funcionaría como un relato independiente, ¿lo ha pensado?

--Hay como 2.000 novelas en este libro.

--¿Todas ellas autobiográficas?

--Totalmente. La idea es estar lo más cerca posible de lo que he vivido. No engañar. A veces me sorprendía escribiendo palabras tratando de reconstruir algo pasado, pero veía que no me acordaba de nada. De forma intuitiva ponía palabras en algo que ignoraba. Era una mentira y, por tanto, las tachaba. Si hubiera puesto esas palabras hubiera hecho mala literatura. En lo que no sé, hay que poner no sé. El vacío sólo se puede reflejar con silencio.

--¿Ese niño que va dando patadas a una piedrecilla cuando va a la escuela, es usted?

--Soy yo. Ese soy yo. Y al dejar caer la piedra por la alcantarilla, sentía que ella iba a vivir aventuras más grandes que yo.

--¿Por qué empezó tan tarde a escribir?

--Porque tenía que vivir primero.

--¿A qué atribuye su éxito?

--Quizá a que al terminar de leerlo el lector se reconoce y elabora su propio informe con sus acontecimientos. Puede pensar que el libro es un informe sobre él. Nos sentimos impotentes a la hora de afrontar nuestra vida y la única cosa que nos pertenece, que tiene cada uno, es su propia existencia.

--Aunque esté fundada, como la de ese niño, sobre el desencanto

--Si. Pero desde que uno se siente responsable de su vida se le abre un abanico de posibilidades con los otros.