La Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza Grupo Enigma despide mañana lunes su vigésimo quinta temporada, probablemente, la más extraña de toda su trayectoria, y lo hace, dirigida por Asier Puga, con un concierto en el que interpretará el Cuarteto para el fin de los tiempos, de Olivier Messiaen compuesto de las siguientes partes: Liturgia de cristal, Vocalización, para el Ángel que anuncia el fin de los tiempos, El abismo de los pájaros, Intermedio, Loa a la eternidad de Jesús, Danza del furor para las siete trompetas, Encrucijadas de arco-iris para el Ángel que anuncia el fin de los tiempos y Loa a la inmortalidad de Jesús, para una duración aproximada de 50 minutos.

Bajo la dirección del joven Asier Puga, serán Emilio Ferrando (clarinete), Juan Carlos Segura (piano), Víctor Parra (violín) y Zsolt G. Tottzer (violonchelo) los encargados de interpretar desde las 19.30 horas en la sala Luis Galve el último concierto de la temporada de la formación zaragozana.

Es el propio Puga el que comenta el programa que van a interpretar: «Pocas veces una obra musical se ha visto tan dramáticamente influenciada por las circunstancias en las que fue escrita, como es el caso del Cuarteto para el fin de los tiempos del compositor francés Olivier Messiaen (1908-1922), escrita durante su cautiverio en el campo de concentración alemán Stalag VIII A. En ese campo de concentración, Messiaen coincidió -relata el director- con tres músicos: un violinista, un clarinetista y un violonchelista, para los cuales decidió́ escribir un trío (el nº 4, Intermedio), que luego sería ampliado a cuarteto añadiendo el piano. La obra fue estrenada en el propio campo de concentración el 15 de enero de 1941».

Se trata, por tanto, esta tarde, de uno de los conciertos más especiales de la formación aragonesa. «El Cuarteto para el fin de los tiempos -prosigue el comentario del programa realizado por Puga- es sin duda una de las grandes obras de Messiaen, y una de las principales composiciones de cámara del siglo XX. En ella, confluyen todos los intereses y obsesiones de Messiaen: el virtuosismo compositivo, la riqueza rítmica o la singular inventiva, filtrados por el fervor religioso de su autor, ya que como el propio compositor indicó, la obra fue inspirada por una cita extraída del Apocalipsis de San Juan: «Vi un ángel lleno de fuerza descendiendo del cielo revestido de una nube y con un arco iris sobre la cabeza». Por lo tanto, tiene claro Puga, que «este concierto, se presenta como una oportunidad única para emprender un viaje. Un viaje, al interior de la noche».

La Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza (Grupo Enigma) dio su concierto de presentación el 21 de noviembre de 1995. Desde aquella fecha, el Grupo Enigma -nombre por el que se la conoce habitualmente- se ha venido consolidando como uno de los proyectos posiblemente más originales y coherentes de los surgidos en los últimos quince años en el panorama de la música española. Gracias a los auspicios del Auditorio de Zaragoza, la orquesta ha desarrollado una ininterrumpida labor que se ha centrado, desde sus inicios, en la interpretación y difusión de la música de la pasada centuria y de cualquier otra escrita bajo el estricto signo de la contemporaneidad.

De ese modo, en sus programas, gran parte de la música actual española (y singularmente, de la aragonesa) convive con las obras de los «clásicos del Siglo XX» y de los autores más significativos de los últimos decenios. Así, el repertorio abarca desde Schönberg y Stravinsky a Britten y Boulez; desde Hindemith y Weill a Takemitsu y Berio; desde Falla y Gerhard a Oliver Pina, Marco o García Abril… Pero sin olvidar a generaciones más jóvenes de compositores españoles (Rueda, del Puerto, Charles…).