La actuación de Metallica en La Romareda el 19 de junio va perfilando algunos detalles, como la presencia de los teloneros que la banda llevará en la gira. Será el también grupo norteamericano Slipknot, una de las nuevas sensaciones del metal con carga sociológica y polémica adjunta, conocidos por esconderse tras unas singulares y hasta terroríficas máscaras. Además, el Ayuntamiento de Zaragoza, pretende contar con un grupo local o nacional para convertir la cita en un macroconcierto de heavy metal.
La actuación de Metallica en Zaragoza, como ya adelantó el sábado este diario, podría ser la única que el grupo de Los Angeles ofrezca en España de su gira St. Anger Worl Tour 2004, si bien los organizadores del Xacobeo y la ciudad de Bilbao también pretenden contar con la banda. Los responsables municipales insistieron ayer que el contrato está a punto de firmarse, pero que estudian ahora precisamente el apartado correspondiente a este aspecto, la exclusividad del concierto, para asegurar que en caso contrario el presupuesto de la actuación pueda ajustarse a la baja.
LOS TELONEROS
Si bien Metallica es un grupo que no requiere presentación, ya que ha capitalizado la revolución del hard rock en las dos últimas décadas, Slipknot pueden ser algo más desconocidos, pero no para los seguidores de los sonidos más duros.
Los forman nueve músicos de Iowa que, teóricamente, esconden tras sus máscaras a nueve violentos en potencia. "La música nos ayuda a canalizar nuestras frustraciones en una dirección más positiva", aseguran. Sus discos escalan puestos en las listas de su país y sus cargas de profundidad empiezan a extenderse entre la juventud. Son el próximo peligro para la sociedad bienpensante. "Somos peligrosos porque decimos la verdad; por eso nos temen, porque explicamos lo que vemos". Asegura Craig Jones, responsable de los samplers de una banda que partiendo del metal acentúa el peso de ritmos pregrabados y scratches. Algo que los hace distintos, aunque ya no es nuevo en el mundo del metal.
Otro aspecto que destaca en su propuesta es el hecho de que sus nueve componentes salgan a escena disfrazados con máscaras. "No es un gancho para atraer al público sino algo que nos permite implicarnos más en la música", insisten.
