El equipo de excavación que trabaja en el yacimiento romano de Bílbilis ha hallado un enterramiento dispuesto junto a uno de los muros maestros de una residencia señorial ubicada en la zona de dependencias privadas de la ciudad que corresponde a "un niño menor de cinco meses".

El catedrático zaragozano Manuel Martín Bueno, que dirige las excavaciones explicó a este diario que el hallazgo se produjo el pasado martes, en la zona del rocosa del gran espigón de Bílbilis asomado sobre el Jalón, en un punto en el que "en una primera fase pudo ser un lugar público y en el que están apareciendo materiales celtibéricos de la ciudad inicial".

En este caso, por la relación de los restos con el conjunto de vivienda, el equipo de profesionales ha llegado a la conclusión de que se trata de un infante de sexo indeterminado que falleció prematuramente, y que debido a su corta edad se solían enterrar bien bajo el pavimento de alguna de las habitaciones de la casa, bien junto a ella, o en algún espacio abierto de la misma.

Los romanos no permitían que los difuntos permanecieran intramuros, pero, según indicó el profesor, en los casos de niños muy pequeños pudo permitirse que sus sepulcros se situaran junto a la casa. De esa manera el infante difunto no perdía la protección familiar y su espíritu podía ser eficazmente protegido por los de las divinidades familiares y tal vez retornar a la madre en forma de nuevo embarazo. Martín Bueno agregó que esa costumbre pudo ser común a las culturas celtibérica y romana.

El hallazgo se compone de unas sencillas losas de piedra de yeso dispuestas en cuadro y cubiertas con otra de mayores dimensiones, que albergaban en cuidada disposición los restos del niño, que han aparecido carentes de cualquier ajuar. Estaba junto al muro de una gran edificación en un lugar que se excava para delimitar la zona residencial y la industrial de Bílbilis. Una vez que finalice el periodo de análisis, los restos serán trasladados al Museo de Calatayud donde quedarán expuestos.