Luis Buñuel nunca dejó de rodar. Ni siquiera cuando, ya exiliado tras la guerra civil española, llegó a Nueva York. Fue en esos momentos cuando su familia se convirtió en la protagonista de su trabajo. O al menos eso demuestra un hallazgo encontrado entre las cajas llegadas a la Filmoteca como legado del artista y que ayer hizo público El país semanal. Se trata de un trabajo de ocho minutos en el que el realizador calandino filma imágenes de su esposa Jeanne, sus hijos Juan Luis y Rafael, recién nacido, y amigos del exilio como Juan Negrín, hijo del presidente de la República, y la actriz Rosita Díaz Gimeno.

La labor de Javier Herrera, bibliotecario y experto en el cineasta, en la Filmoteca Española, ha hecho posible que se den a conocer las imágenes más íntimas del realizador turolense, el más familiar, el que juega con sus hijos. Según afirma la publicación, están rodadas en su pequeño apartamento de Manhattan, en Central Park y en la casa del escultor Alexander Calder en el Estado de Maine, que les ayudó a instalarse desde el primer día de su llegada.

El trabajo tiene dos partes, uno dedicado al pequeño Rafael, recién nacido, donde se muestra cómo es bañado y cómo Jeanne le da de comer una papilla; y otro a Juan Luis, donde aparece en diversos juegos. Este, aseguró a El País semanal que reconocía aquellos momentos, sobre todo un tren eléctrico que aparece en el primer plano, con el que están jugando los cuatro miembros del clan Buñuel.