En los últimos dos meses se han estrenado en España más de cien películas. Más de 40 en septiembre, casi 70 en octubre. Normalmente, unas diez o 12 cada semana, pero la media saltó este viernes por los aires con casi 20 nuevas incorporaciones a la cartelera. De todo ese maremágnum de títulos de diversas nacionalidades, 35 han sido españoles. Eso quiere decir que todos los fines de semana han aparecido dos o tres (incluso cuatro) nuevas películas nacionales en la red de cines. Podríamos celebrar la buena salud de la industria gracias a esa exuberante cantidad de nuevas propuestas, pero los resultados de taquilla no han sido esperanzadores. ¿Se está el cine español saboteando a sí mismo?

Históricamente, la rentrée otoñal siempre ha sido el momento ideal para dar salida a los estrenos más importantes del año. La temporada de premios se acerca y así la película permanece más fresca en la memoria de cara a los Goya y, además, se acumulan los festivales (San Sebastián, Sitges, Valladolid, Sevilla...), que constituyen una plataforma fundamental para el lanzamiento de los filmes. Sin embargo, esta fórmula no siempre funciona, o al menos no da los resultados previstos.

PASTEL MÁS REPARTIDO / De esos 35 títulos, solo cuatro (El reino, de Rodrigo Sorogoyen; Ola de crímenes, de Gracia Querejeta; La sombra de la ley, de Dani de la Torre; y El fotógrafo de Mauthausen, de Mar Targarona) han superado el millón de euros, y sin cubrir del todo las expectativas que tenían de recaudación, obteniendo números más discretos de lo esperado en los casos en los que el nivel de producción era elevado. Quizá las cifras más preocupantes llegan del cine de autor con vocación comercial, de títulos como Petra, de Jaime Rosales (que lleva recaudados 155.000 euros), de Quién te cantará, de Carlos Vermut (143.000 euros), El árbol de la sangre, de Julio Medem (119.000 euros) o de Animales sin collar, de Jota Linares (68.000 euros).

«El pastel es más pequeño y está más repartido», explica José Tito, codirector de la distribuidora La Aventura. «A posteriori es fácil hacer análisis de por qué ha funcionado o no una película, pero los distribuidores trabajamos para hacer atractivos nuestros títulos. Cada película ha de encontrar su tamaño y público. Si es limitado e intentas abrir su mercado, vas a perder dinero». Todo se complica si en la misma fecha compiten películas de un perfil similar. «Entonces competirán por el mismo público», dice Octavio Alzola, responsable de programación de los Renoir en Madrid. «O va más gente a una que a otra, o se reparte y las dos se quedan a medias. Y si hay un estreno fuerte extranjero, como Bohemian rhapsody, eclipsa a las demás».

Para Enrique Costa, uno de los directores de la distribuidora Avalon, «el problema es que el cine español sigue viéndose como un género en sí mismo», por eso hay tanta rivalidad entre títulos, aunque no tengan nada que ver entre sí. «Yo les pongo este ejemplo a mis alumnos del máster de márketing de la Ecam. Si en un telediario se habla de cuatro películas el viernes, dos van a ser de una major, otra producida por su propio canal, y una cuarta la apuesta personal del redactor. Nuestro cine tiene que ser esa apuesta. Si hay dos películas españolas ese fin de semana, lo más probable es que una salga perjudicada». Es lo que le ha ocurrido a Quién te cantará frente a El fotógrafo de Mauthausen, que se ha convertido en la sorpresa de la temporada y ha arrastrado al público gracias a su explosivo binomio: Mario Casas + Holocausto.

¡HAY JÓVENES EN LOS CINES? / Otro capítulo aparte sería el cambio que se ha producido en los últimos años en los hábitos de consumo. ¿Van los jóvenes al cine? «Yo no los veo», nos dice Enrique González Kuhn, director de la distribuidora Caramel Films. «La fidelización empieza a partir de los 35 años. Sin embargo, el público de las redes sociales, que tan activo parece, no va al cine». González Kuhn cree que, en ese sentido, Twitter es una burbuja que no refleja la realidad de lo que pasa. «Pueden poner por las nubes una película y luego es un fracaso de taquilla», apunta Tito.

En cuanto a la sobresaturación de estrenos, es posible que de forma inconsciente, o no, los exhibidores hayan tomado prestada la filosofía maximalista de las plataformas. «A veces -opina Tito- me da la sensación de que los cines son como esas plataformas obsesionadas con ofrecer cuanta más cantidad, mejor. Y al final se convierte en una pescadilla que se muerde la cola: el exhibidor tiene que seguir abasteciendo la demanda y continuar con la rotación y si una película no funciona el primer fin de semana, está muerta». En efecto, la recaudación de una película el primer fin de semana resulta fundamental. Porque lo que antes llamábamos el boca a boca, según Costa, ya no funciona: no da tiempo para recomendar una película porque puede que a los pocos días desaparezca. Hay excepciones, como Carmen y Lola, la película de Arantxa Echevarría que ha conseguido mantenerse gracias al interés que despertó su propuesta de romance entre dos jóvenes gitanas. Tuvo una buena media por copia de 2.500 euros en su estreno y eso le permitió ganarse la confianza de los exhibidores para que aguantara. Y ahí resiste. Por ahora lleva recaudados 321.000 euros. Nada mal para una película independiente.

Más allá de las lógicas reservas, el streaming no es el villano de la función para Carlos R. Ríos, director del D’A Film Festival Barcelona y de la distribuidora Noucinemart. Las plataformas se han convertido en una nueva forma de ocio, y muchas películas independientes tienen una segunda vida en ellas. «Son una pantalla más, refuerzan la visibilidad de películas más frágiles que han tenido estrenos con muy pocas copias». Y no solo eso. La enfermedad del domingo o Verónica han alcanzado una gran repercusión internacional gracias a Netflix. «Vivimos un proceso de mutación», dice el productor Enrique López Lavigne, el hombre detrás de Quién te cantará o Tu hijo, de Miguel Ángel Vivas. «Hay un flujo constante de espectadores entre las plataformas y las salas y hay que encontrar un equilibrio».

ENCAJE DE BOLILLOS / Alzola ha de hacer verdaderos encajes de bolillos cada semana para meter las nuevas películas y mantener las de semanas anteriores. Y reconoce que es una pena que durante algunos meses exista una mayor sequía de títulos. Campeones se estrenó el 6 de abril y prácticamente no tenía competencia. Arrasó y no solo eso, ha batido récords de permanencia en las listas de lo más visto durante meses. Lleva más de 22 millones de euros recaudados. A un nivel más indie, fue también la estrategia que utilizó Estiu 1993. Fue creciendo poco a poco, presentándose en festivales y su recorrido se fue alargando desde su presentación en Berlín hasta los premios Goya.