Con la esperanza puesta en el crecimiento del índice de lectura que se ha dado durante el confinamiento y en el apoyo de la gente al pequeño comercio, las librerías aragonesas preparan su regreso a la nueva normalidad, extremando al máximo las medidas de seguridad frente a posibles contagios del coronavirus y con la incertidumbre sobre las medidas que realmente deben de tomar. La jornada de ayer estaba marcada para una apertura con cita previa, pero no todas lo hicieron, más bien pocas, aunque otras muchas irán adoptando este modelo a lo largo de la semana. El objetivo es poder abrir al público con garantías el próximo lunes, día 11 de abril.

«La mayoría no van a abrir hasta el día 11, pues muchas de ellas además han aplicado un Erte a los trabajadores y no todos son necesarios con la cita previa», apunta Óscar Martín, de la librería Siglo XXI y presidente de la Asociación de Librerías.

Martín señala que salvo aquellas librerías que han mantenido un comercio on line «o los mixtos de los barrios como nosotros o Babel, que también somos papelería,» son pocas los que se han puesto en marcha, «y están aprovechando la semana para adaptar los establecimientos a las medidas de seguridad, como marcar espacios de separación, poner mamparas, gel, guantes, mascarillas...» En su caso, incluso van a destinar un espacio específico a personas mayores.

«La verdad -apunta- es que la vuelta va a ser dura, pues partimos de un mes muy malo al esfumarse el Día del Libro que económicamente es muy importante para nosotros. Además, mucha gente ha perdido poder económico y la esperanza está en que la gente apueste por consumir en comercios minoristas, de barrio, pues las grandes plataformas ya han tenido su momento y ahora nos debería tocar a nosotros, no solo a las librerías si no a los comercios de proximidad», dice esperanzado Óscar Martín.

Y aunque prácticamente todos los libreros están en estos momentos en plena labor de adaptación de los establecimientos, fueron ya varias las librerías que ayer comenzaron a repartir in situ los pedidos que habían tenido on line con anterioridad, y otras inician hoy ese proceso.

«Nosotros aún estamos cerrados al público, pero ya tramitamos los pedidos de la web y desde hoy (por ayer) se puede venir a recoger el pedido a la tienda indicando día y hora», cuenta Ana Belén Casanova, de Librería Central, quien por otro lado lamenta la falta de medidas específicas para las librerías para poder abrir con tranquilidad el próximo lunes, «pues nos atenemos a las normas específicas del resto de los comercios, geles, aforo, pero no sabemos si el cliente debe llevar mascarilla, qué tipo de mascarilla, guantes...»

También ayer comenzó con la venta con cita previa El armadillo ilustrado, «aunque esa semana solo hasta las 13.30, para permitir que la gente vaya pasando a recoger sus pedidos y poder seguir también adecuando la tienda», cuenta Víctor Romero, quien avanza que la apertura real será el próximo lunes, «aunque aquí, como solo hay un trabajador por turno, la gente tendrá que esperar fuera a que salga quien haya dentro».

Otras, como Milcómics, Antígona o Cálamo empezarán hoy o en los proximos días a expender directamente los pedidos que se han hecho on line. «Nosotros empezamos mañana (por hoy martes), y quien haya pedido a través de la web o las redes puede venir solo a recogerlo, no se puede venir a comprar todavía», cuentan en Milcómics. «Nosotros tenemos todos los cómics embolsados, pero no se puede dejar que la gente toque todo y hay que aprovisionarse de guantes y mascarillas», recalcan en el establecimiento.

También en Cálamo podrán recogerse los pedidos que se han hecho en las redes desde hoy martes, «pero sin entrar dentro, pues pondremos un expendedor en la puerta», cuenta Paco Goyanes, quien habla de «una temporada dura, de la que el sector va a ir saliendo muy lentamente, de hecho, creo que las novedades no llegarán hasta junio, o sea que será todo muy progresivo».

Y Julia Millán, de Antígona, espera atender los pedidos previos «a partir del martes (hoy) o el miércoles, pues primero hay que organizar la librería para que pase la gente y así también poder abrir el día 11 dentro de un orden. Esta es una semana de transición», concluye.