Los Gandules vuelven a subirse a un escenario tras el parón por la pandemia. Será este jueves en el Auditorio de Zaragoza en una jornada en la que también actuará el zaragozano Juako Malavirgen. Este diario ha aprovechado la ocasión para charlar con Tobo Gandul (Roberto Montañés) y Dun Gandul (Santiago Díaz) sobre su próximo disco o el confinamiento. Todo, obviamente, regado por su ya clásico humor somarda.

-¿Echaban de menos el escenario o estaban muy a gusto en sus casas?

-La idea de tocar con un sofá surgió porque queríamos que actuar fuera como estar en casa, así que ‘blanco y en bote de pintura plástica lavable blanca’... El jueves daremos nuestro primer concierto desde el 29 de febrero. Si ya teníamos dificultades para recordar las canciones, ahora mismo se torna prácticamente imposible. Llevaremos un mono loco que nos enseñará carteles con las estrofas y los estribillos, confiamos en que nos los enseñe en el orden correcto.

-¿Ya han desinfectado el sofá?

-Nosotros no, alguien se encarga de ello. De todos modos, hemos tocado en sofás donde ni la peste bubónica se acercaría.

-Ustedes viven claramente de sus conciertos...

-Cierto, de los conciertos y alguna cosilla aquí y allá... Pero no podemos negar que la tienda de buceo y equipamiento marítimo que abrimos en Albacete no está marchando como esperábamos.

-La pandemia les sorprendió preparando un disco y ustedes viven separados. ¿Cómo ha ido lo del teletrabajo?

-La tele, bien; el trabajo, mal, es cierto que ha habido momentos extraños, en que pensamos seriamente la posibilidad de teletrabajar. Nos sentamos, cada uno en nuestra casa, y esperamos pacientemente a que se nos pasara. Cuando hacemos las letras intentamos que el otro se ría y por videollamada se puede estar sentado en calzoncillos con camisa y corbata y que no se vea, eso no tiene gracia.

-El odio hacia las videollamadas es poderoso en muchas personas tras la crisis sanitaria. ¿Les ha ocurrido algo parecido a ustedes?

-Al principio molaba porque veías al otro. Nos dejó de molar cuando supimos que el otro también nos veía, somos más de lenguaje morse.

-¿Cuándo se publicará el disco? ¿Ya tiene título?

-Pues la intención, atención hemos dicho intención, es que salga en otoño y sorprendentemente no vamos mal para esa fecha. El título está entre Quo vadis? y Ben-Hur, aunque algún familiar nos ha dicho que ya están cogidos.

-'Pipí Can Can' fue el primer adelanto y habla de gente que pasea perros. ¿Son unos visionarios?

-¿Los perros?

-No, me refería a ustedes.

-No.

-¿Cómo están viviendo todo esto de la pandemia?

-Opinamos que hubiera sido mejor que se hubiera envasado al vacío a toda la humanidad y esperar un par de meses. Tres personas elegidas, sin envasar al vacío y con unas tijeras, podían haber abierto las bolsas y seguro que se solucionaba. La otra opción es que nos hubieran escabechado a todos, pero se nos antoja más complicada.

-¿Y las semanas de confinamiento? Sus sofás echarían humo...

-Un día, el reloj ese que cuenta los pasos, contó 47. Y eso con las cuatro veces de levantarse al baño por la noche. Impresionante.

-Ya saben eso de 'comedia igual a tragedia más tiempo'. ¿Esta crisis ha sido demasiado dura como para que algún día se haga humor en torno a ella?

-Podemos hacer chistes del accidente del Hindenburg porque fue hace mucho tiempo, pero de momento de este asunto te puedes reír de lo que ha surgido alrededor: las videollamadas, algunas mascarillas, cosas que se hacían en el confinamiento... Pero es difícil reírse del asunto en sí. De momento, para nosotros es demasiado.

-¿Cómo debe ser una canción para tener el honor de ser versionada por Los Gandules?

-Un estribillo muy muy famoso, elevalunas eléctricos y vaporera.

-¿Cuánto tiempo dedican a escribir una canción?

-Pues a veces un minuto y otras nos hemos pegado semanas. La hemos dejado, hemos vuelto... Nos hemos llegado a pegar mucho tiempo y luego, puede que ni la hayamos incluido en un disco. Otras, salen en segundos. Puede que 'Obstetricia en Bucarest' fuera de las más rápidas y 'Richard Gere', que tuvo varias versiones, de las que más costaron (parece mentira).

-¿Qué les inspira?

-Pues hemos ido cambiando de método, cuando éramos jóvenes...ejem...íbamos de bares y las chorradas se nos ocurrían de juerga, pero esto no duró mucho. Al final hubo que ‘profesionalizarse’ y quedar por las mañanas. Aunque parezca mentira nos podemos pasar largos ratos decidiendo un artículo o un plural. Usamos un diccionario de rimas que nos depara sorpresas y lleva las letras por sitios que no esperábamos. La mente es un océano en el que, cuánto más te adentras, más algas de esas rojas hay. Además, nos lo tenemos muy creído.

-¿Para cuándo una versión de Los Berzas? O a Roberto le estallaría la cabeza...

-Se está mareando de pensarlo, es muy sensible.

-¿Digánme algunas de sus canciones favoritas?

-Tenemos predilección por 'De agujeros en montañas'. También nos gusta mucho 'Obstetricia en Bucarest'. Pero, sin duda, del espectáculo de Los Gandules, lo que de verdad merece la pena son los teloneros: Die Escaphandra. Ellos sí se merecen un reconocimiento. Una calle en Arcosur. No sé, algo.