Todo empezó en 1999. Sergio Falces hacía un programa sobre bandas aragonesas en Radio Ebro y decidió organizar una fiesta para que los oyentes votaran dos categorías de premios: difusión local y proyección local. En esa primera edición, Falces compró con su propio dinero las placas conmemorativas para los ganadores en el Galerías Primero de la calle Cinco de Marzo. Ha pasado tanto tiempo desde entonces que la cadena de supermercados ya ni existe como tal. Todo lo contrario que la gala de los Premios de la Música Aragonesa, que no ha dejado de crecer en los últimos años convirtiéndose en una cita imprescindible en el calendario musical de la comunidad. Se volverá a comprobar este viernes en el Teatro Olimpia de Huesca, que por primera vez acoge la gala. Esta XXI edición será televisada un año más por Aragón TV.

Aunque la fiesta está totalmente consolidada, eso no impide que sacarla adelante sea una tarea harto complicada. «Cada vez es más difícil conseguir patrocinios de empresas en cualquier evento; si no fuera por el apoyo de la DGA, las firmas de sonido e iluminación Covah-Rampa y Ambar esto no sería posible», reconoce Falces, responsable de Aragón Musical junto a David Chapín y organizadores ambos de la gala.

Falta de apoyos

Este año todavía ha sido más complicado sacarla adelante porque el Ayuntamiento de Huesca, al contrario que el de Zaragoza en los últimos años, no ha querido implicarse con la gala. «Quizá por eso lo vivimos con la ilusión y la pasión del primer día, porque nunca sabemos si esta edición puede ser la última», indica Falces, que reconoce que hubo años que pensaban que no iban a poder sacar adelante los premios.

Eso sí, ambos tienen claro que incluso en el peor escenario la ceremonia de entrega se celebraría. «Sería en el bar Paco, pero se haría», bromea Falces.

Este año, además, se ha sumado un nuevo contratiempo: la crisis del coronavirus. Falces confiaba ayer en que no se produjera un giro de última hora y esperaba que la gala se podrá celebrar sin problemas. «Ahora mismo no tenemos motivos para pensar lo contrario, además no viene nadie de Madrid y el aforo es solo de unas 700 personas», apuntó.

Los impulsores de los premios llevaban tiempo queriendo salir de Zaragoza para abrirse al resto de la comunidad, por eso este año tienen una especial ilusión. «Huesca tiene una efervescencia cultural alucinante y su peso en la música aragonesa es muy grande; se merecía de sobra este reconocimiento», sostiene Falces, que apunta que no hay más que mirar el número de nominados oscenses en esta y en anteriores ediciones.

De hecho, no descarta que la capital oscense acoja más ediciones en un futuro y que incluso Teruel pueda albergar la gala. «No va a ser fácil, pero tenemos claro que también debemos llegar allí en un futuro porque hay bandas turolenses muy potentes», destaca.

En los últimos años, la gala se ha celebrado en el Principal y en esta edición aterrizará en el Olimpia, pero no siempre ha sido así. La desaparecida sala Morrisey, la Oasis, la Casa del loco o la Superfly acogieron los premios en el pasado, demostrando lo grande que se ha hecho la gala. Un crecimiento que hubiera sido impensable sin «la efervescencia» de la escena musical aragonesa. «Estos premios no tendrían ningún sentido y no hubieran crecido tanto si el panorama no fuera tan rico en la comunidad», reconoce Falces, que subraya que el hecho de que en Aragón hayan salido tantos grupos y bandas importantes «no es casual».

«Está claro que la base americana tuvo mucho que ver a la hora de que surgieran los primeros pioneros en géneros como el rock o el hip-hop, pero también creo que forma parte de nuestra idiosincrasia y nuestro ADN. Yo creo que somos gente un poco loca y muy inquieta, nos viene ya desde Goya y Ramón y Cajal», explica Falces.

La gala

Los Premios de la Música Aragonesa celebran este viernes su vigésimo primera edición con una gala que comenzará a las 20.00 horas en el Teatro Olimpia de Huesca. Uno de los galardones ya está otorgado (la banda murciana Second recibirá el Premio Especial Global por sus lazos con la comunidad), pero la emoción se mantendrá para el resto de los premiados hasta la gala. Los grandes favoritos este año son Kase.O, Kiev cuando nieva y Erin Memento, ya que todos ellos cuentan con cuatro nominaciones, tal y como se desveló el pasado 11 de febrero. Eso sí, las estrellas consagradas se mezclarán con los talentos emergentes. De hecho, uno de los propósitos de la gala, para la que ya no quedan entradas, es llamar la atención sobre el panorama musical aragonés. La ceremonia también reconocerá el proyecto Jazz for kids, impulsado en Huesca.