Contaba esta mañana José Luis Melendo que una semana antes de que falleciera repentinamente, Javier Brun le decía por teléfono que la Feria de Teatro de Huesca «tenía problemas» para salir adelante este año pero que no tenía dudas: «Hay que sacarla precisamente este año, es muy importante». Cuatro meses después de la muerte de Brun, Melendo ha recibido hoy el primer premio que llevará su nombre en la Feria de Teatro y Danza de Huesca en su inauguración oficial celebrada en el Palacio de Congresos de Huesca. «Y que sea ya es mucho», decía con toda la intención el director del certamen (en sustitución del propio Brun), Luis Lles, que proseguía: «Ha costado mucho ponerla en marcha, primero porque hasta hace muy poco no se decidió qué se hacía porque no estaba claro que fuera a haber financiación; y, segundo, porque había que armar la programación en tan poco tiempo».

El caso es que, en una edición comprimida y con recortes presupuestarios marcada como no podía ser de otra manera, por el coronavirus, Huesca ha conseguido rearmar su Feria de Teatro y Danza en una clara demostración, más en un año como este en que muchos proyectos en otras ciudades han caído, de que la cultura siempre ha ocupado un papel importante en la ciudad. Algo en lo que se ha recordado, Brun ha tenido mucho que ver: «Él es parte importante de que tengamos un reconocido prestigio cultural en Aragón y fuera de aquí, que seamos un referente», ha proclamado la vicepresidenta de la Diputación Provincial de Huesca, Elisa Sancho.

Alrededor de 200 personas, muchos de ellos programadores, asisten desde el lunes hasta mañana miércoles a esta feria «vital para muchas compañías» para poder vender sus espectáculos. Es por eso que, en un momento, tan complicado como este, toma un valor especial la apuesta que se ha realizado «por las producciones aragonesas siendo más de la mitad de la programación», ha señalado Luis Lles en un Palacio de Congresos de Huesca en el que este año no se han habilitado los tradicionales estands (las alarmas sanitarias así lo desaconsejaban) y que por la mañana fue un punto de encuentro de muchos de los profesionales que estaban inscritos en la cita.

En este sentido, en el de la importancia de esta cita, también ha incidido el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Víctor Lucea: «Cuando nos juntamos en mayo y empezamos a ver qué partidas previstas en el departamento podíamos salvar, la de la feria fue de las pocas que se pudieron mantener. Consideramos que era algo necesario este apoyo porque somos conscientes del momento que atraviesa el sector y confiábamos mucho en el papel de visibilización que puede tener esta feria».

La jornada de hoy de la cita oscense ha comenzado por la mañana en una cita exclusiva para programadores (en la feria hay espectáculos abiertos al público y otros solo para acreditados), el espectáculo Diosas, de Bramant Teatre, en el Espacio de Arte Joven de Huesca. Una puesta en escena que ha sido una prueba más de la alerta sanitaria que vivimos ya que se trata de un espectáculo que la compañía valenciana suele representar con el público en el escenario. Algo inviable con la situación actual.

No es el único espectáculo que se va a vivir hoy ya que Teatro del Temple también mostrará su Don Quijote somos todos, Kukai Dantza su Gauekoak, Carmelo Gómez su A vueltas con Lorca y La Pitbull su Cama. La guinda a la inauguración oficial la ha puesto un espectáculo de danza, el que ofreció Iron Skulls Co, Un último recuerdo. Además, por la mañana, también se han vivido ponencias y el plenario de la Red Aragonesa de Espacios Escénicos. Con una feria reducida pero Huesca sigue siendo «el referente que diseñó Brun», ha asegurado el alcalde Huesca, Luis Felipe.

"LA CULTURA DEBE SER UN HECHO, NO UNA PALABRA BONITA"

José Luis Melendo ha recibido el I_Premio Javier Brun «agradecido y emocionado aunque me resulta muy duro por todo lo que compartimos». El ahora técnico cultural del Gobierno de Aragón, quien dirigió también la feria en el pasado, ha lanzado un alegato en favor de la cultura ya «el problema que tenemos ahora no se va a resolver en un año». Y es que, ha explicado, Aragón en las artes escénicas «es la única comunidad que no ha levantado cabeza desde la crisis del 2008, ha bajado en público, en funciones y en recaudación, además de que hay una inversión pública bajísima por habitante. La cultura no debe ser una palabra bonita sino un hecho».