Un amplio recorrido por la trayectoria artística del pintor realista aragonés Ignacio Mayayo, una de las figuras fundamentales de las últimas décadas, se va a poder contemplar en el Centro de Arte y Exposiciones de Ejea de los Caballeros.

La exposición, organizada por la Diputación de Zaragoza con la colaboración del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Ejea y comisariada por el también pintor Pepe Cerdá, podrá verse hasta el próximo 27 de mayo e incluye 40 óleos de mediano y gran formato, 32 dibujos y un audiovisual.

La vicepresidenta segunda de la DPZ y alcaldesa de Ejea, Teresa Ladrero; la consejera de Educación, Cultura y Deporte de Aragón, Mayte Pérez; el coordinador de proyectos y difusión cultural de la DPZ, Ricardo Centellas, y el propio pintor, Ignacio Mayayo, han presentado en Zaragoza esta muestra.

Ignacio Mayayo (1953, Layana) estudió Arquitectura Técnica en Burgos, y aunque ejerció esa profesión esporádicamente, desde muy pronto se inclinó por el arte.

Su primera exposición data de 1975, y sus primeras obras, dibujos a plumilla con tinta negra o a lápiz, fueron de clara influencia surrealista.

El artista cincovillés ha explicado que lo que de verdad le gusta es "la pintura clásica" y los claroscuros que reflejan Rembrandt o Tiziano aunque "solo tengo tres pinturas", pero eso es lo que le ha conducido hacia el realismo figurativo en el que ahora se desenvuelve a pesar de que en sus comienzos "iba a contrapelo".

"Salto de unos temas a otros y busco que cada cuadro sea diferente, no una serie con variantes del mismo tema. En las obras siempre eres tú, aunque sean diferentes", ha afirmado.

Por su parte, Teresa Ladrero ha recordado que la exposición de Mayayo es la cuarta que va a acoger el Centro de Arte y Exposiciones, inaugurado el pasado 22 de diciembre de 2016, y va a permitir "disfrutar de la obra de uno de los creadores más importantes de la pintura realista aragonesa".

"Este es un ejemplo de cómo la colaboración interinstitucional puede ayudar a llevar la cultura al territorio", ha señalado Ladrero, con quien ha coincidido Mayte Pérez, y ha añadido que para contemplar la cultura como "derecho y para acercarla" es necesaria esa cooperación.

Mayte Pérez ha recordado que este Centro de Arte y Exposiciones ha estado presente en el pabellón de la feria ARCO del ejecutivo aragonés en las dos últimas ediciones y que complementa la oferta de arte contemporáneo de Aragón junto a otros museos como el IAACC Pablo Serrano, el Museo de Teruel, el CDAN o Centro Buñuel Calanda.

"La colaboración entre instituciones es pieza clave para la cultura y el arte, y fruto de las facilidades ofrecidas por la DPZ y por el Ayuntamiento de Ejea podemos hoy disfrutar de esta muestra antológica de Ignacio Mayayo", ha indicado.

La exposición se divide en cuatro ámbitos distribuidos por cada una de las plantas del Centro de Arte y Exposiciones de Ejea.

De esta forma, en la planta calle se exponen 12 cuadros de Mayayo que tienen como protagonista la figura humana: retratos, desnudos, escenas cotidianas, personajes mitológicos, pasajes de historia sagrada...

En la planta sótano se aborda la faceta de Mayayo como dibujante con una selección de 32 acuarelas, pasteles y dibujos al grafito. Además, en este piso se muestran también una vitrina con cuadernos de dibujo del artista y un audiovisual sobre su labor como dibujante.

La primera planta del museo está dedicada a la pintura de paisajes, con un total de 16 cuadros tanto urbanos como rurales y de montaña, con vistas de Zaragoza, de diferentes entornos rurales aragoneses y del Pirineo y el Prepirineo.

Por último, en la segunda planta se exhibe un conjunto de 12 pinturas en las que Mayayo aúna su interés por el paisaje, por la figura humana y por la cotidianeidad. En ellas capta una multiplicidad de personas de toda edad y condición bañándose o disfrutando de las pozas del Prepirineo, lo que permite al artista jugar con la luz o con sus efectos en el agua.

De la zona de las pozas de los ríos del Prepirineo, Mayayo ha asegurado que se ha centrado en ellas porque "en la playa falta poesía y en las pozas tienen el aspecto romántico y de soledad" que encontró Joaquín Sorolla, que es el más conocido por este tipo de trabajo.