TíTULO: Mira que te cuento.
LUGAR: Biblioteca de Aragón
TITULO: Me lo dices o me lo pintas.
LUGAR: Paraninfo de la Universidad
Un hombre razonable, escribió el escritor y crítico de arte Blaise Cendrars, no puede hablar de cosas serias a otro hombre razonable: debe dirigirse a los niños. Desde entonces muchos poetas siguieron el camino de Cendrars, portavoz en los años veinte del siglo pasado de una nueva concepción del libro para niños y artífice, en 1929, de la exposición sobre pequeños libros rusos ilustrados en la librería Bonaparte de París.
Aun cuando fue en Francia donde se reinventó el libro ilustrado, entre finales del siglo XIX y comienzos del siguiente, el modelo que fascinó a Cendrars fue el creado en la Rusia posrevolucionaria, donde el arte se dirigía a un público extraordinariamente sensible a la creación politécnica de los artistas rusos, como ha anotado F. Lév¨que. Frente a la belleza elitista de las ediciones francesas, los álbumes rusos conjugaban palabras e imágenes desde la innovación propiciatoria de los lenguajes de vanguardia puestos a su disposición por escritores, artistas y artesanos. Ambas líneas son algunas de las que conforman el genuino universo de la ilustración, tema de atención no sólo de las editoriales sino también de diferentes foros de análisis.
Muestra de este interés es la coincidencia de dos exposiciones sobre la ilustración aragonesa: Mira qué te cuento organizada por Pantalia con la dirección de Ana G. Lartitegui; y Me lo dices o me lo pintas , coordinada por Versus, ambas para la Universidad.
La primera, que formó parte del programa de las Jornadas Universitarias de Literatura Infantil y Juvenil en Aragón, atiende a 30 artistas cuyos trabajos están reproducidos sobre paneles para así facilitar su itinerancia por distintas bibliotecas aragonesas. Tan aburrido como elocuente del excelente periodo que vive la ilustración aragonesa, el montaje expositivo se acompaña de una amplia selección de libros accesibles al lector-mirón, o viceversa. Especialmente interesante es la edición del catálogo que acompaña a la muestra, sin duda un excelente diccionario-directorio de artistas. Menos teórica, aunque más atractiva por el montaje y la selección de originales que dan cuenta del proceso creador, es la segunda exposición Me lo dices o me lo pintas que incluye a 12 autores, la mayoría también presentes en Mira que te cuento .
Como apunta Lartitegui, en el buen momento que en Aragón vive la ilustración tiene mucho que ver la incorporación de esta especialidad a los estudios de la Escuela de Arte, y el interés editorial aragonés, privado e institucional. La mayoría de los autores, procedentes de las artes plásticas, de la publicidad, del diseño, del cómic, de la historieta o de la prensa diaria, han colaborado en las colecciones Titirilibros, Xordiqueta, Salbachinas, Imaginarium o Larumbe chicos. Sin olvidar el mundo del fanzine.
