Ni Beatles ni Stones. Ni Queen ni Elvis. Ni The Doors ni The Who. Ni Blur ni Oasis. Este año el In-Edit se presenta prácticamente a pelo, sin documentales de grandes estrellas del pop o el rock que garanticen una afluencia masiva de público. Es posiblemente la edición más ceñida al espíritu que promueve el festival: el documental musical como pieza con entidad propia porque invita a reflexionar sobre todo lo que rodea a la música. Y así lo hará, desde el jueves y hasta el domingo 5 de noviembre, proyectando 44 títulos de todos los géneros.

El Festival Internacional de Cine Documental Musical afronta su edición clave, la de la verdad. Tras una década de crecimiento pausado pero seguro, un último lustro en el que siempre se han despachado más de 30.000 entradas y dos últimas ediciones en las que se han alcanzado la cifra récord de 35.000, el In-Edit encara esta 15ª edición con el programa más sugerente de su historia, pero con el interés centrado principalmente en las historias que explica cada documental y no en la popularidad de los artistas que las protagonizan.

El documental que inaugura esta edición es la mejor prueba de ello: una muy firme apuesta por el documental en sí mismo. ‘Liberation day’ es el relato del concierto del grupo esloveno Laibach (el menos conocido de cuantos hayan inaugurado el In-Edit) en Corea del Norte. Sin límites geográficos ni temáticos, el In-Edit es el único festival del mundo que propone al público adentrarse en la historia del casete y, también, en la pesadilla de un cantante iraní condenado a muerte; en la escena rave rusa y, al mismo tiempo, en la cabeza del 'discjockey' makinero Nando Dixcontrol; en el trágico concierto de Eagles of Death Metal en la sala Bataclan y, acto seguido, en la historia de la música brasileña.

EL COMODÍN JULIEN TEMPLE

Sería incorrecto afirmar que este año el In-Edit no tiene un cabeza de cartel. Las principales avenidas de Barcelona están infestadas de banderolas que anuncian el estreno mundial de ‘My life story’, el documental sobre la vida de Suggs, cantante del grupo británico de ska-pop Madness. Pero, en realidad, el cabeza de cartel no es él, sino el director de la película, Julien Temple, que ya es un nombre fijo del In-Edit como lo fue Maria del Mar Bonet en el festival Grec, Jeff Mills en los años mozos del Sónar y Shellac en el Primavera Sound.

Esta 15ª edición del In-Edit también cuenta con documentales sobre artistas más o menos conocidos. Hay uno sobre Marianne Faithfull y otro sobre John Coltrane. Uno sobre el grupo brasileño de thrash metal Sepultura y otro sobre Residente de Calle 13. Uno sobre el músico experimental Bill Frisell y otro sobre la revalorizada jefa de los sintetizadores Suzanne Ciani. Uno sobre el dúo de rap-punk proletario Sleaford Mods, otro sobre la pianista Alicia de Larrocha y otro sobre el grupo de electrónica planeadora Tangerine Dream.

Respecto a la producción española, este año hay documentales sobre la tienda de discos de Poble Nou Ultralocal, sobre la escena dub catalana, sobre Steve Munar, líder del grupo pop The Tea Servants, sobre el guitarrista de jazz Sean Levitt y sobre el poco conocido pianista Jesús Moreno Peyrón, que en los años 50 y 60 tocó para Edith Piaff, Carmen Miranda, Stan Getz y participó en la grabación del ‘Strangers in the night’ de Frank Sinatra.

TODOS LOS TEMAS

El principal mérito del In-Edit es que cualquier melómano puede encontrar un documental que le acerque a la obra de un artista de su interés y que, al mismo tiempo, le invite a reflexionar sobre algo más que su obra: tal vez sobre sus circunstancias personales, sobre el contexto geográfico que le impulsó a sonar como suena, el desgaste que provoca la fama o la falta de reconocimiento.

Y es que, mientras la pantalla proyecta las imágenes y las canciones del artista, el guión de las cintas suele ahondar en los grandes temas de nuestra existencia: el miedo, la adicción al trabajo, la emancipación, la necesidad de sentirse arropado por una comunidad, la disciplina, el choque de culturas, la supervivencia, la muerte, la falta de afecto, la alienación, la competitividad, la familia… Detrás de este formato de documental musical hay un cine tan político, social o educativo como el que presenta la cartelera cada fin de semana.

ACTIVIDADES PARALELAS

Más allá de las proyecciones, el In-Edit incluye también en su programa un par de actuaciones en vivo para enriquecer y contextualizar mejor dos de las cintas en cartel. El viernes 27, Suggs ofrecerá un pase en solitario en la sala teatro del CCCB a las 20.00 horas tras la proyección del documental ‘My life story’. Y el lunes, en la misma sala, pero a las 21.15, Aidan Moffat presentará parte del cancionero tradicional escocés que suena en el documental ‘Where you’re meant to be’.