Debra Granik se ha convertido en una de las voces más singulares y estimulantes del cine independiente americano sin apartar la mirada de aquellos que subsisten en los márgenes del sistema; gracias a Winters Bone (2010) obtuvo cuatro nominaciones al Oscar, y ahora su más reciente ficción, No dejes rastro, acaba de convertirse en una de las mejores obras cinematográficas estrenadas en España directamente en streaming en los últimos años. Me interesan las vidas de quienes no encajan en esta sociedad en la que la autoestima depende de la riqueza material, explica la neoyorquina. En mi país esas personas llevan 25 años siendo perseguidas, y desde que Donald Trump ascendió al poder, cosas tan teóricamente ordinarias como la simple decencia se han convertido en excepcionales.Recién llegada al catálogo de Netflix, No dejes rastro contempla a un veterano de guerra que permanece apartado del resto del mundo acampando en un parque público junto a su hija adolescente. La pareja vive mayormente alimentándose de lo que la tierra les ofrece, y traficando con los medicamentos que él recibe para tratarse el trastorno de estrés postraumático, hasta que su asentamiento ilegal es descubierto y se ven obligados a reinsertarse en la sociedad que tan rotundamente habían rechazado. Mientras los acompaña,la película funciona como la forma más sutil y sofisticada de cine militante. Me resultaría imposible no incluir mis ideas políticas en mis historias, confiesa Granik. Al fin y al cabo, el mero hecho de negar o evitar la política es un acto político.

LEJOS DEL MAINSTREAM

Es posible que muchos de quienes la descubrieron gracias al estreno de Winters Bone hayan llegado a preguntarse si también la directora se retiró del mundanal ruido; hasta el estreno de No dejes rastro, todo cuanto se supo de ella en la última década es el documental Stray Dogs (2014), que circuló exclusivamente a través del circuito de festivales. Todo cineasta invierte cierto tiempo en proyectos que finalmente no salen adelante por distintos motivos, comenta acerca de su ausencia. Y creo que es evidente que los asuntos que a mí me interesan no suelen tener cabida en el mainstream. Tengo unarelación muy compleja con la industria, y eso no me deja más opción que trabajar al margen de ella. Inevitablemente, eso significa que todo me resulta más lento.También a causa de ese autoexilio en la periferia, reconoce ella misma, Granik tiene dificultades para identificarse con las luchas feministas en el seno del negocio cinematográfico que en los últimos años han tratado de conseguir igualdad de trato y salario para las mujeres directoras. Para mí no tiene sentido esforzarme por abrir las compuertas de una fortaleza que no quiere acoger a gente como yo. Tras el éxito de Winters Bone -la película, recordemos, lanzó al estrellato a Jennifer Lawrence-, asegura, recibió diversas ofertas de Hollywood. Pero la mayoría de ellas se centraban en lo terrible que resulta habernacido dentro de un cuerpo femenino, y en mujeres que eran humilladas y violadas y, en general, meras víctimas. Me niego a creer que ese es el único tipo de historias que hay disponibles para nosotras.

MUJERES RESILIENTES

Su cine, en cambio, funciona a modo de catálogo de personajes femeninos fuertes y resilientes. En su ópera prima, Down to the Bone (2004), la protagonista era una una madre soltera que se sobrepone a una vida marcada por el abuso de la cocaína. Winters Bone era el retrato de una joven que se niega a dejarse engullir en un mundo azotado por la pobreza, la miseria moral y la metanfetamina, y No dejes rastro en buena medida cuenta la historia de una hija que adora a su padre y que, pese a ello, descubre que debe cortar vínculos con él para forjar su propia identidad. En paralelo, además, su filmografía plantea otra cuestión particularmente incómoda acerca de la sociedad capitalista. ¿Por qué es mi país el mayormercado de la droga del mundo? ¿Por qué en Occidente tenemos esa obsesión por medicarnos, y cómo nos hemos dejado arrastrar hacia un tipo de vida que nos impulsa a hacerlo? . Por difícil que le resulte, asegura, seguirá buscando respuestas.