TITULO Un mundo insólito en Valladolid

AUTORA Angeles Santos

LUGAR Museo de Teruel

FECHAS Hasta el 21 de marzo

Ocurrió en Valladolid, en 1929. Allí, la jovencísima pintora Angeles Santos (Portbou, 1911) realizó sus dos mejores cuadros, que además iban a ser referencias indiscutibles del arte nuevo en España: Un mundo y Tertulia . Ambas pinturas figuraron en la presentación de la exposición dedicada a la etapa vallisoletana de la artista; razones de conservación han aconsejado prescindir del fascinante cuadro Un mundo , que ya ocupa su lugar en el Museo Reina Sofía. Pese a esta ausencia, el resto de obras en exposición merecen la visita al Museo de Teruel para descubrir la intensa trayectoria de Angeles Santos que ha trazado el responsable del proyecto Josep Casamartina. El tiempo de esta exposición transcurre en apenas tres años, de 1927 a 1930. Un periodo muy breve que, sin embargo, marcó para siempre el protagonismo de la artista en la renovación plástica española y también señaló un desgarrado giro en su vida.

La pintura quebró la trayectoria de Angeles Santos. El reconocimiento unánime de sus cuadros, lejos de proporcionarle tranquilidad, le impulsó a sumergirse en lo más profundo del territorio convulso que la pintura le permitía explorar. La pintura potenció su rebeldía, le abrió a nuevas perspectivas ajenas a la actividades cotidianas de una ciudad de provincias, pero no pudo superar las convenciones de la época. Y una noche, decidió salir de casa río arriba, huyendo de que la quisieran convertir en un animal casero, como había anticipado por carta a Ramón. Un guarda la encontró y su padre decidió internarla en un sanatorio mental durante un mes. Tardó en regresar a la pintura, y cuando lo hizo tuvo cuidado de volar bajo, lejos de aquella extrañeza y rareza tan suyas, para así poder sobrevivir.

El éxito acompañó a Angeles Santos desde el primer momento. Artistas e intelectuales mostraron su entusiasmo ante la precocidad de una artista que en cada exposición mejoraba sus logros con asombrosa coherencia, dentro del nomadismo estilístico que practicaron la mayoría. La rudeza plástica de sus primeros retratos cedió paso a un tratamiento más penetrante de la figura, que derivó en apenas unos meses hacia una visión muy personal, capaz de desdoblarse con maestría, como apunta Carmona, entre lo surreal y lo real, para concluir en un expresionismo exacerbado. Santos no hizo otra cosa que explorar el mejor modo de representar su verdad.

Sus pinturas comparten escenario con las del inglés Cristóbal Hall, dinamizador del entonces activo ambiente cultural de Valladolid, y defensor del libro de Franz Roh El realismo mágico que tanta influencia tuvo en el arte español del momento. La memoria de Angeles Santos ha borrado el recuerdo de Hall y de Roh; la muestra los recupera. Y con ellos, el arte de una mujer que sintió ahogarse en su infinita tristeza.