Interpol ha puesto a trabajar a la policía de 181 países en las investigaciones sobre el robo de El grito y Madonna, obras que ha valorado en unos 100 millones euros. La organización internacional ha mandado una comunicación a todos los puestos fronterizos para evitar que sendas obras de Edvard Munch, robadas el pasado domingo en Oslo, salgan de Europa, ya que cree que siguen en Noruega.

La Secretaría General de Interpol, con sede en Lyon (Francia), ha facilitado a las policías del mundo la descripción de las dos obras, así como detalles de las pesquisas de la policía noruega. Interpol ha solicitado a los responsables policiales de esos 181 países que busquen entre sus informadores cualquier pista que pueda conducir a la localización de los cuadros de Edvard Munch: El grito , de témpera y pastel sobre papel cartón, y Madonna , óleo sobre lienzo.

Entretanto, Interpol ha incluido esos dos cuadros en el CD-Rom sobre obras de arte robadas que edita cada dos meses en inglés, francés y castellano, y que distribuye entre personas vinculadas al mundo del arte. El disquete incluye cerca de 20.000 cuadros y objetos que siguen pendiente de ser localizados.

Interpol ha confiado el caso a su unidad de arte, grupo creado en 1995 ante el auge de los robos de pinturas y objetos de valor. Esa unidad, a través de 181 policías colaboradoras, coordinará los datos que se obtengan de coleccionistas, intermediarios, museos, casa de subastas y anticuarios de todo el mundo. Ese grupo canalizará las gestiones que precise la policía de Noruega en cualquier parte del mundo.

El robo de objetos artísticos es la actividad que acarrea más volumen de trabajo a Interpol, después del terrorismo internacional, el tráfico de drogas y el armamento. Los países más afectados son Francia, Italia y Rusia. España denuncia unos 100 casos al año frente a los 9.000 de Francia y los 1.500 que registran Rusia y también Italia.