La última película proyectada en la sección competitiva, Las tortugas también vuelan (Turtles can fly) , del kurdo-iraní Bahman Ghobadi, se llevó ayer la Concha de Oro de la 52 edición del festival de San Sebastián, confirmando los pronósticos de última hora y la tendencia a premiar el último filme en concurso. En la edición de ayer decíamos que ésta era la película del festival y el jurado, presidido por Mario Vargas Llosa, lo ha ratificado. El principal premio del certamen fue acogido ayer con sonoros aplausos por la prensa, algo que no es muy habitual en este festival.

Otra cinta favorita, la alegórica Sueño de una noche de invierno , del serbio Goran Paskaljevic, recibió el segundo galardón en importancia, el Premio Especial del Jurado, "por el modo en que evoca las trágicas consecuencias de un conflicto civil a través de la relación entre un superviviente y una niña autista".

La actriz y realizadora china Xu Jinglei obtuvo la Concha de Plata a la mejor dirección por su película Cartas de una mujer desconocida , de la que también es protagonista. Es una nueva versión del filme que protagonizaron Joan Fontaine y Louis Jourdan hace más de medio siglo, igualmente inspirado en la novela de Stefan Zweig. Jinglei traslada la ación al Pekín de los años 30 y 40 y matiza este melodrama con un estilo contenido, de gran elegancia visual. Otro premio acertado.

SORIN, SIN PREMIO

En cambio, Bombón, el perro , del argentino Carlos Sorín, se fue de vacío. Todos lamentaron su ausencia en el palmarés oficial, a pesar de reconocer la justicia de los otros filmes galardonados. No obstante, el autor de Historias mínimas logró el premio de la crítica internacional (Fipresci) por su entrañable historia itinerante de un desempleado y un dogo.

La decisión de premiar como mejores intérpretes a los protagonistas de la danesa Hermanos (Brodre) fue más controvertida, no tanto por ser desacertada cuanto por haber varios candidatos al doble galardón. De todos modos, hay que reconocer que Ulrich Thomsen vuelca su capacidad dramática al encarnar a un militar danés que es apresado en Afganistán y que Connie Nielsen le da excelente réplica como esposa atormentada.

El premio a la mejor fotografía provocó desconcierto, ya que fue a parar a Marcel Zyskind por su trabajo en Nueve canciones , la película de 69 minutos de Michael Winterbottom, de alto voltaje erótico. Pero es una decisión que merece todo respeto porque uno de los miembros del jurado era el director de fotografía Eduardo Serra, uno de los más destacados del cine europeo.

Finalmente, el premio para el mejor guión se concedió a Guy Hibbert y Paul Greengrass por Omagh , de Pete Travis, otra de las cintas descollantes de este certamen, que trata de un modo directo y lúcido el atentado terrorista cometido en esa ciudad norirlandesa. Atiende tanto al dolor de los familiares de las víctimas como a la pasividad de las autoridades policiales y políticas para desenmascarar a los autores de la matanza.

Del filme ganador hay que decir que reúne todos los elementos para llevarse la Concha de Oro con justicia. Su director, el kurdo-iraní Bahman Ghobadi, tuvo el arrojo de desplazarse a Irak para captar los efectos previos e inmediatamente posteriores a la guerra. Se fijó especialmente en los niños que sobreviven en los campos de refugiados, moviéndose entre minas y carros de combate destruidos. Una historia emotiva y lacerante, descrita con absoluta limpieza.