Javier Bardem fue hace tres años el primer español candidato al Oscar como mejor actor. Con Mar adentro , cuyo estreno está previsto para el próximo día 17, lleva camino de repetir la hazaña.

"Claro que la otra vez había algo de nuevo, de sorpresa, de inocencia, de inesperado e impredecible. Ahora, sólo hay conciencia de lo que supone. Y me agota pensarlo", confiesa el actor español, de 35 años.

Miembro de una familia de artistas, Bardem no quiere que le malinterpreten por sus reticencias. De todos modos, del posible honor, no existen por el momento más que rumores.

Sabe que su respeto por los galardones se contradice con sus dudas, pero como afirma a su paso por Los Angeles para promocionar su última película, "ví una vez de cerca el Oscar y da sustito".

En la gira promocional de Mar adentro , acompañan a Bardem, el director de la película, Alejandro Amenábar, y la popular actriz Belén Rueda.

QUINIELA DE HOLLYWOOD

Javier Bardem tendrá que vencer el miedo y rápido si se cumplen las quinielas de Hollywood, que ya antes del estreno de Mar adentro , han incluido de nuevo el nombre del español entre los aspirantes al Oscar al mejor actor. "Nos estamos adelantando demasiado. Todo empieza cuando uno viene aquí de cara a un estreno y se desata una expectación con la que uno no contaba".

Se le escapa la mentira, porque desde que interpretó a Ramón Sampedro, el tetrapléjico que defendió su derecho a una muerte digna, los premios no han parado de llegar, entre ellos el del Festival de Venecia a la película y a la interpretación que él hizo.

Aún así, Bardem quiere mantenerse frío ante una expectación, "que ni tan siquiera es propia", y prefiere guardar las distancias sin creerse todo lo que le dicen, "especialmente en Los Angeles".

"No es un símbolo de humildad. Es un símbolo de sanidad", aclara. Dicho esto, agrega sin rubor que "uno no está libre de su propio ego y está claro que un reconocimiento así ayuda en una carrera, es una inversión en uno mismo".

A la vista de sus últimas películas, no parece que Javier Bardem necesite mucha ayuda. Su papel de Reynaldo Arenas en Before Night Falls le valió la candidatura al Oscar y los piropos del actor estadounidense Jack Nicholson.

El largoemtraje The Dancer Upstairs hizo del actor John Malkovich, el director del filme, un amigo para siempre, y Los lunes al sol se perdió en el maremágnum de Hollywood, pero los que la vieron la recuerdan con cariño.