Jean Anguera recuerda una infancia en la que junto con su hermano correteaba entre esculturas «que eran también habitantes de esa casa museo. Formaban parte del paisaje. Y estar ahí, en ese momento, hizo que me influyera mucho su obra y su profundidad». Del que habla Anguera es de Pablo Gargallo, su abuelo, y del que ha dialogado en la charla El escultor del aire organizada virtualmente con motivo del Día de los museos y en la que ha estado acompañado por el divulgador de arte El barroquista.

Anguera ha repasado la vida artística de su abuelo de cuya obra ha destacado dos vertientes, «la de reflexión y la sensual que, mezcladas e íntimamente ligadas, me causaron un gran impacto en mi espíritu», ha reconocido el también artista, que ha ido más allá: «Lo interesante para Pablo Gargallo era el hombre y la naturaleza humana y su obra son las paradojas del ser humano». «Es un puente entre dos épocas», ha apuntado El barroquista.

El nieto de Gargallo también ha tenido tiempo para recordar la infancia de su abuelo en Barcelona (aunque nació en Maella, su familia se trasladó pronto a la ciudad condal): «Su padre trabajó en la ópera y llevaba a sus hijos y es ahí donde él conoció ese mundo de ficción y ópera con personajes enmascarados que le dejó huella y que luego utilizó para sus obras. Allí. en Barcelona, entró a trabajar a los 14 años en el taller de Eusebio Arnau y lo compaginó con sus estudios», ha narrado Anguera, que, no obstante, ha destacado un detalle que ya habla de la habilidad que siempre tuvo Gargallo: «Con 3 años ya demostró su valía con la escultura Virgen con niño, que está en el museo. Ya se ven las capacidades que tenía para plasmar la figura humana y conocer y poner la forma en el espacio».

Sin embargo, donde realmente se desarrolló fue en París: «Encontró allí la libertad de expresión que en Barcelona no existía. París era conseguir librarse de los encargos y hacer un arte autónomo, desarrollar su obra personal», ha relatado Jean Anguera.

En el transcurso de la charla, también ha habido tiempo para hablar de cómo Pablo Gargallo se introduce en el metal con el que hizo sus famosas máscaras: «Tenía pocos medios económicos y la hoja de metal costaba poco porque no era un material noble. Así que trabajó el metal por economía aunque pronto eso le permitió desarrollar su idea de la máscara y, con ello, la del vacío y el espacio y jugar con ello»», ha afirmado Jean Anguera quien ha definido ese momento claramente: «Era aprovechar la libertad que encontró con los materiales». La charla ha sido seguida por aproximadamente 50 personas a través del canal de Youtube de @ZMuseos. Las actividades por el Día de los museos prosiguen mañana lunes.