Fabara está de enhorabuena. Hoy estrena La casa de los hierros, un nuevo espacio expositivo, que nace de una casa de más de 200 años, abandonada, a la que el escultor turolense Jesús Guallar ha dado vida. La inauguración oficial de la exposición permanente contará con la presencia del propio Guallar, del alcalde de la localidad, Francisco Domenech; y del cantante Raúl Bonilla, que presentará su nuevo disco, 108.000 milions de formes en un concierto íntimo.

«Fabara es un pueblo con muchas posibilidades y con mucha historia», asegura Jesús Guallar. La exposición está instalada en una casa de 1816 de cuatro plantas que «se encontraba en un estado bastante desastroso y eso es lo que precisamente buscaba», dice el escultor. «Durante dos años, he estado reutilizando y adaptando la casa, pero siempre manteniendo el espíritu de una casa vieja, ya que no se trataba de convertirla en un espacio moderno y novedoso», cuenta Guallar. Además, sostiene que, en este caso, «lo importante es el continente, es decir, la casa, y no tanto el contenido».

La exposición consta de más de 500 obras de este escultor, que reflejan su trayectoria y con la originalidad de estar hechas con materiales reciclados, tal y como reconoce el propio Guallar, alegando que «su fuente de inspiración es cualquier tipo de hierro que ya ha tenido un uso y que ahora se ha desechado, sobre el que se aprecia el paso del tiempo». Sus obras estarán acompañadas de las de otros doce artistas de Fabara, de los cuales unos hacen cerámica, otros hacen patchwork, otros pintan, etc. Jesús Guallar asegura que espera «contar también con alguna pieza de Virgilio Albiac, artista reconocido de la localidad».

«Se trata de un proyecto vivo, con actividades para interactuar dentro del municipio, ya que no hay que olvidar que Fabara es un pueblo con mucha inquietud cultural, así que la casa museo está a disposición de cualquiera que quiera participar», explica.

Jesús Guallar se considera una «persona especialmente libre porque no tiene la necesidad de vivir de lo que crea». En este sentido confiesa que «tiene dos facetas, una de inspiración más libre y otra en la que trabaja sobre pedido». De hecho, Guallar señala que «ni mucho menos he realizado todas las obras que tiene bocetadas».

El protagonista de la exposición define su obra como «muy personal, muy característica y en la que aparece muy a menudo el tema de la reutilización», pues confiesa estar muy impactado por el consumismo. «Intento ver arte en todo lo que la gente tira», asegura, antes de invitar a too el pueblo a que participe en la inauguración..

Él, además, «tiene muchos proyectos sobre todo en la zona del Jiloca, ya que es un área afectada por la despoblación».