Federico García Lorca es un personaje de tal envergadura que a día de hoy se sigue investigando su figura. Ha sido analizado y estudiado desde todas sus aristas, su personalidad, su obra, su vida y su muerte. Esta última arroja todavía muchas incógnitas a los ochenta años de producirse su asesinato en el barranco de Viznar el 18 de agosto de 1936.

El 6 de noviembre de 1933, a las 23.55, Federico García Lorca, se saludó con Carlos Gardel en la calle Corrientes de Buenos Aires. Este hecho que a lo largo de la historia de ambas personalidades de la época, ha pasado casi desapercibido, ha servido para que Joaquín Carbonell construya una ficción con la intención de dar a conocer las circunstancias y hechos que rodearon el encuentro. El cantautor presenta mañana Un tango para Federico en Calatorao; y el 5 de octubre en el Teatro Principal de Zaragoza, para después desfilar por diversos puntos de Aragón, Granada, Valencia, Madrid... y desde el 15 al 29 de noviembre, en Buenos Aires y Montevideo. El libro está editado por Voces del Mercado, editorial que el autor fundó para publicar los libros de humor que publicó mano a mano con Roberto Miranda, su última novela hasta ahora, El Artista; y todos sus discos desde el año 2000.

--¿Qué es lo que cuenta Un tango para Federico?--Cuenta muchas cosas, porque es una novela compleja. Parte de una anécdota poco conocida, la de que Lorca y Gardel se saludaron un día de noviembre de 1933 en una calle de Buenos Aires, y desde allí acudieron a la casa de Gardel para cantar y tomar unas copas.

--¿Por qué se planteó bucear en esa etapa de la vida de García Lorca; en ese episodio tan concreto?-- Porque esa anécdota ha sido muy poco difundida. Apenas se menciona en sus estudios y ensayos. Lo más llamativo es que ambos se confesaron admiradores recíprocos, pero nunca manifestaron que se habían conocido. Ese dato me impulsó a crear la ficción de un periodista oscense, Pedro Sariñena, protagonista de la novela, que 50 años más tarde (1983) llega a Buenos Aires para tratar de averiguar qué sucedió aquella noche.

--¿En esta novela vamos a conocer datos nuevos que nos ayuden a profundizar en el conocimiento de este genio de nuestra historia?--Lorca ha sido ya muy estudiado; quizá a veces con poca precisión. Los datos sobre su personalidad están muy estudiados, porque Federico fue un artista muy volcado en los medios de comunicación. Pero apenas existía nada sobre su paso por Buenos Aires durante seis meses. Y esa etapa es muy interesante porque allí se codeó con Neruda, Borges, y toda la intelectualidad argentina de la época.

--¿Cómo ha sido el trabajo de documentación para montar la novela?--Eso me ha llevado varios años. Sin dedicarle esfuerzo exclusivo pero sin dejarlo nunca de la mano. La etapa de 1933 es riquísima, tanto vista desde España como de Argentina. Lorca es un ídolo en Buenos Aires, un hombre solicitadísimo en todas partes, mucho más admirado que en España. Y luego está la figura de Carlos Gardel, que era un personaje mundial. Actuaba varios meses en París, rodaba películas en Nueva York y, precisamente murió, cuando iniciaba una gira por toda Latinoamérica. El encuentro casual de Lorca y Gardel fue un extraordinario acontecimiento.

--¿Por la importancia de los personajes y los misterios que entraña la obra, puede servir de base para llevarla al cine? ¿Alguien ha mostrado interés?-- Ya me ha sucedido con El Artista, donde muchos lectores han percibido una película. Sí, también en Un tango para Federico puede haber elementos para un guión. Yo estoy abierto a cualquier oferta, pero la realización sería cara, seguro.--La presentación de Un tango para Federico

El ArtistaUn tango para Federico

--La presentación de se realizará mañana con el Club de Lectores de Calatorao. ¿Por qué ha elegido esa localidad aragonesa?--Por una promesa. En Calatorao realicé la última presentación de El artista; allí acabé los viajes con esa novela. Y me sugirieron que la primera cita de

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