El relato fascinado por la figura imponente de Lenin que hizo el periodista estadounidense John Reed, inmerso en los hechos revolucionarios en San Petersburgo, es un clásico reeditado mil y una veces. Sin embargo, el centenario de la revolución de octubre ha propiciado dos ediciones con méritos especiales. La versión está magníficamente ilustrada por Fernando Vicente lo que revaloriza todavía más la edición.