--Pura sangre es su primer disco tras once años... ¿es el nombre una declaración de intenciones?

--¿Sabes? Es un disco estupendo, uno de los mejores que hemos hecho y no te digo el mejor porque siempre al último se le tiene un cariño especial. Son once canciones sin desperdicio en el que no sobra ninguna. Si hemos tardado tanto en publicarlo es porque queríamos un disco redondo y hasta que no ha sonado como queríamos no nos hemos lanzado.

--Mantienen su espíritu a pesar del paso de lo años...

--El título, Pura sangre, es una muestra más de que presumimos de seguir con nuestro estilo. Somos Burning por los cuatro costados, con nuestros medios tiempos, baladas y rock and rolles. En este disco ya hay una canción, Corre conmigo, que se ha convertido en una clásica.

--Tienen un público veterano muy fiel, pero en sus conciertos también se ve bastante gente joven, ¿les sorprende?

--No, porque la gente del rock and roll tiene otras miradas, es una gente que no consume las modas, tenga 18 o 60 años. Les gusta saber de dónde viene todo y si busca quién fue la primera banda de rock en castellano, ahí estamos nosotros, y a la gente le gusta desmitificar y ver quiénes somos. Si se pueden mover del sofá, vienen a vernos.

--A lo largo de su trayectoria han sufrido bajas importantes y siguen en la brecha. ¿Es una cuestión de espíritu?

--No hay que mirar atrás, hay que vivir el presente intensamente... Te diré más. No hay mirar el pasado ni interesarse por el futuro porque no sabes cuánto puede durar lo que tienes. El futuro es incierto.

--Parece...

--(Interrumpe). Hemos tenido bajas importantísimas que nos han abollado el corazón, pero somos indestructibles. Nos pueden engañar en todo, pero no en el corazón. No nos sirve el mercantilismo, a la gente del rock and roll se nos gana siempre por el mismo lado, por el corazón.

--Le leí una vez en una entrevista que sigue componiendo con papel y boli...

--Claro. Las ideas ocurren cuando estás ahí fuera, en un concierto o en cualquier otra cosa... Siempre tengo que andar pidiendo servilletas para escribir lo que se me ocurre. No soy nada cibernético.

--Actúan en El poeta eléctrico de Zaragoza con las entradas agotadas. ¿Sienten que la gente tiene ganas de escuchar otra vez a Burning?

--Es una sala muy pequeña pero siempre es un placer que se agoten las entradas porque eso te compromete a volver a la ciudad. Y ese es el objetivo de los discos. Uno los hace para poder tocar en directo, subirte a un escenario, despegar de la rutina y disfrutar de una buena dosis de rock and roll.

--Presentan su nuevo disco, pero ¿seguirá habiendo un hueco para los clásicos en el concierto de esta noche?

--¡Evidentemente! La gente puede ir muy tranquila. Tenemos un set list de cuarenta canciones, y según como vaya, iremos hacia un lado u otro. Tocaremos bastante del nuevo disco para que la gente vea el grado de emoción que tiene, pero sin olvidar, no podríamos, los éxitos de siempre.