El aragonés José Luis Gil se encuentra de gira con una obra que define como «un relato apasionante de una historia de amor brutal», que pone en escena en momentos de pandemia cuando «el teatro debería ser declarado bien esencial porque alimenta el alma» y genera empleo y actividad económica.

Su reencuentro con el público (se podrá ver en el Teatro Principal de Zaragoza del 21 al 24 de enero) se ha producido dando vida al rey homosexual Eduardo II Plantagenet, con el que actualiza hechos históricos ocurridos en 1327, aunque, a su juicio, los poderes fácticos en la sombra de los que trata la obra «poco han cambiado en siete siglos». Eduardo II, ojos de niebla Eduardo II, ojos de nieblaes un texto escrito por Alfredo Cernuda y dirigido por Jaime Azpilicueta, y representa el nuevo proyecto de Gil alejado de su faceta cómica en un estilo de teatro «que se nutre de la vida, de lo bueno y lo malo del ser humano».

En una entrevista con Efe, el actor cree que quien no ama el teatro «es porque lo desconoce, pues cuando uno va, sale con la sensación de haber asistido a algo que marca la vida», aunque es un sector que, en su opinión, «ha quedado un poquito más desatendido que el resto» en esta pandemia. «A los gobiernos se les llena la boca al hablar de apoyo a la cultura porque vende mucho, pero a la hora de la verdad nunca se hace nada», afirma para resaltar el apoyo que el teatro recibe en países como Francia o Alemania. Además, reclama el apoyo de las instituciones al sector tanto para mantener abiertos los teatros como para reiterar ante el público el hecho de que «ir al teatro es un acto muy seguro», donde se guardan los protocolos.

Con Eduardo II, ojos de niebla, Gil da continuidad a su gran interpretación del Cyrano de Bergerac, esta vez recreando la vida del desdichado rey Eduardo II Plantagenet cuya homosexualidad le ocasionó la pérdida del trono y la traición de todos los suyos. En este sentido, destaca que esta obra trata «temas de interés universal» como el poder, el amor, la ambición, la Iglesia, la homosexualidad o la riqueza a través de «diálogos muy potentes» que no dejarán al espectador indiferente. «Nos habla de temas universales y eternos como la confrontación de los poderes económicos, políticos o religiosos, a los que tiene que enfrentarse un rey al que consideran peligroso por el hecho de ser homosexual», afirma el actor.

La obra se completa con un elenco encabezado por Ana Ruiz, que da vida a la Reina Isabel; el también aragonés Ricardo Joven que interpreta a Orleton, obispo de Hereford; Carlos Heredia, que se mete en la piel de Mortimer, Barón de Wigmore; y Manuel Galiana, como Tolomei, el odiado prestamista judío.