De su madre dice que le quedó su pasión por la radio, de su abuelo su voz desde la que ha construido uno de sus personajes y de su padre, el sentido del humor, «era un loco». Tres herencias que conforman a Juan Carlos Ortega, humorista, locutor de radio y escritor, que acaba de protagonizar una nueva sesión del ciclo La buena estrella, dirigido por Luis Alegre, y que el viernes y el sábado estará en el Teatro Principal de Zaragoza con su show Spein comedy, en el que está acompañado del «rey del podcast» Arturo González-Campos, dentro del festival Zaragoza Comedy.

«Yo me vendo poco y bastante mal y no por falsa humildad sino porque realmente pienso así... Los que no puedan ir a mi show, pues qué les voy a decir, que no se perderán gran cosa porque el mundo continuará funcionando exactamente igual», ha bromeado Juan Carlos Ortega, quien sí ha confirmado que tendrá como invitados, entre otros, a Kase.O y Sergio del Molino: «Para mí, es muy importante este show porque lo hago con alguien, siempre estoy solo con mi mundo y aquí tengo la suerte de estar con Arturo González-Campos, me apetecía hacerlo con alguien...».

En ese sentido, Juan Carlos Ortega ha destacado a lo largo de estos años por su capacidad para construir desde su voz multitud de personajes pero, ¿cómo lo hace? "Mi voz no es especialmente maleable como la de los grandes imitadores pero para compensar eso creo que sí soy bueno en captar ambientes más que voces y timbres, es algo que tiene que ver más con la personalidad que con la propia voz», ha reflexionado en voz alta el humorista.

Preguntado por Luis Alegre de dónde venía esa afición por hacer voces, Juan Carlos Ortega sí ha hablado de un gran descubrimiento en su vida: «Yo era un niño solitario... así que para estar con alguien y poder trabajar con alguien supongo que me inventaba voces. Sí recuerdo que mi gran descubrimiento fue con 18 años cuando me di cuenta que acelerando la velocidad de mi voz en un magnetofón conseguía una voz femenina. Era un niño raro, bueno, y sigo siéndolo. A mí no es que no me guste la gente, es que me gusta estar solo, que no es lo mismo».

También ha asegurado que tiene «muy claro» que si hubiese existido el podcast cuando él era joven, no se hubiera «dedicado a la radio. La dificultad de poder dedicarme a esto es lo que motivó para trabajar en la radio. Creo que si hubieran existido los podcasts», ha confesado.

Ortega practica un tipo de humor muy diferencial que bebe, hablando de sus referentes, «de gente como Miguel Gila, Luis García Berlanga, Rafael Azcona o Faemino y Cansado», ha señalado antes de ir más allá: «Berlanga me ha influido muchísimo porque hace un humor que no parece que lo sea... pero Gila también me ha marcado mucho y cuando conocí a Faemino y Cansado con 19 año me quedé atónito. ¿Cómo es posible que se pudiera hacer eso?», se ha preguntado en voz alta.

En otro orden de cosas y con respecto a su trabajo en la radio, Ortega también fue ha sido directo: «Desprecio el sectarismo. Me fastidian mucho las personas cuyos cerebros obedecen a moldes porque lo humano es picar de un sitio y de otro. Me da mucha rabia... El otro día me hicieron una entrevista y se sorprendieron cuando dije que había fachas de derechas y fachas de izquierdas. Lo digo en el sentido en el que usamos el término, claro, y me parece tan claro que es así. Por eso, tengo claro que hay gente a la que no gustaré porque no me acaban de ubicar en ninguna ideología. No creo que nadie sea capaz de identificarme con un partido u otro. No tengo filias aunque sí tengo fobias políticas que, evidentemente, no desvelaré», ha asegurado Juan Carlos Ortega.