Juan Gómez-Jurado es uno de los escritores en castellano que más éxito tiene y el que más vende en formato electrónico. Sus libros se han traducido a 40 idiomas y algunos como Cicatriz han supuesto un auténtico fenomeno. Además, forma parte del exitoso podcast cultural Todopoderosos. La semana pasada, el autor estuvo en la Fnac de Zaragoza presentando su última novela, Reina Roja (Ediciones B), protagonizada por Antonia Scott. Una mujer que tiene un don que es al mismo tiempo una maldición: una extraordinaria inteligencia. Gracias a ella ha salvado decenas de vidas, pero también lo ha perdido todo. Hoy se parapeta contra el mundo en su piso casi vacío de Lavapiés.

-Dice que este es el libro que más le ha costado escribir, ¿por qué?

-Me ha llevado tres años escribir Reina Roja y creo que la dificultad partió sobre todo de la complejidad de su protagonista, de Antonia Scott, que tiene dos características que yo no tengo: es mujer y es extraordinariamente inteligente. Cuando ella apareció por primera vez en mi cabeza, al principio no nos llevábamos del todo bien porque me costaba mucho entenderla. Pero luego apareció un segundo personaje, Jon Gutiérrez, que fue el que de repente me ayudó a entenderla mucho más, quizás porque se parece mucho más a mí. Es un tío más simplón y noblote.

-Además de mujer e inteligente, Antonia Scott se convierte en su novela en el centro del relato. Hábleme de ella.

-Antonia ha sufrido mucho porque se ha equivocado en el pasado, y ha decidido que no quiere volver a cometer errores que puedan costar vidas. Es entonces cuando aparece Jon, al que le dicen que si no es capaz de convencer a Antonia Scott para que le ayude con un caso extraordinariamente difícil sufrirá las consecuencias. A partir de ahí arranca la historia, pero no te puedo contar más.

-Lo sé. Dice que se ha servido de la intuición para escribir el libro, pero un thriller así también tiene que planificarse mucho. Supongo.

-Lleva mucha planificación, sí. Pero la técnica no es siempre lo más aconsejable. A ver cómo te lo explico.

-Pruebe.

-Una gran parte del proceso de escritura de esta novela ha sido crear al personaje principal, pero la otra ha sido la construcción de una trama que tuviese muchas sorpresas y diera muchas vueltas. Jugar con esa complejidad es siempre un gran reto y en esta novela, mi sexto thriller, era todavía más difícil, porque tenía que encontrar cosas que no había sido capaz de encontrar antes.

-Al final del libro, en los agradecimientos, pide por favor que ningún lector haga spoiler del final de Reina Roja. ¿Ni un detalle puede darnos sin desvelar ningún misterio?

-Vamos a ver... (piensa). Reina Roja es la historia de un caso imposible que contiene a su vez dentro otro caso imposible y que desemboca en un juego del ratón y el gato en el que los protagonistas no van a tener ni idea de por donde les vienen los golpes. Y ya está. ¿Qué te parece?

-Suena bien. Un thriller en toda regla. ¿Teme que le etiqueten como un autor de género único? Lleva, como ha dicho, seis thrillers de siete novelas escritas.

-Me dan igual las etiquetas. Lo único que me importa son las sensaciones del lector. Al final de un día escribiendo en lo que pienso es en sí lo que he escrito será capaz de enganchar a la gente, de hacer que se pasen de parada de tranvía, de que pierdan un avión.

-¿Qué le dicen sus lectores?

-Pues esto mismo. Hace diez minutos uno me ha escrito por Twitter para decirme que menos mal que el libro tenía solo 600 páginas porque necesitaba dormir un poco. Uno de los consejos que les he escuchado es que si se tiene algo que hacer no se empiece a leer el libro.

-Es un poco perverso.

-Es lo que pretendo, porque es lo que todo proyecto de escritor sueña quiere conseguir. Yo cuando era niño me quedaba enganchado leyendo, y ya podían ofrecerme todas las tentaciones del mundo que no me movía.

-Entiendo pues que está satisfecho con lo que ha hecho.

-Estoy contento porque he hecho lo que quería hacer. A medida que vas escribiendo libros te vas poniendo retos diferentes y te vas complicando más. Esta novela la quería hacer en presente, con un reloj en contra y con seis voces diferentes. Así consigo mantener mi propia tensión.

-¿Nota la presión de tener millones de lectores detrás?

-¿Notas tú la presión de las miles de personas que te leen cada día?

-La verdad es que no.

-Pues lo mismo. No puedes pensar en eso. Hay que hacer las cosas con la mayor honestidad del mundo y sin tomarte a ti mismo demasiado en serio.

-Por primer vez ha situado una novela suya en Madrid, su ciudad natal. ¿Influye esto en el proceso creativo?

-Sí, mucho. No es lo mismo escribir una historia en Roma o Múnich que en Madrid. Este es mi primer thriller contemporáneo ambientado en España y esto era algo a lo que yo me resistía mucho porque creía que no iba a ser capaz de hacer lo que yo quería. Y ahora que lo he hecho, he pensado «¿dónde has estado toda mi vida, Madrid?» Escribiendo esta novela me he sentido realmente como si fuera la primera vez que publicaba. He tenido que aprender un montón de cosas, pero eso es algo que luego el lector no nota.

-¿Es este el mejor libro que ha escrito?

-Eso seguro.