S on un total de 60 fotografías las que configuran la exposición. Decenas de imágenes en las que los rostros curtidos de los habitantes del África subsahariana desvelan la verdad que se esconde detrás de la explotación de los recursos minerales del continente. La fotógrafa aragonesa Judith Prat es la autora de esta muestra que ha tomado el nombre de Expolio, toda una declaración de intenciones y una toma de partido por parte de la artista que ha decidido no mantenerse al margen ante lo que considera «un saqueo fomentado por los intereses internacionales». Expolio se inauguró ayer por la tarde y podrá visitarse hasta el 12 de agosto en el Centro de Historias de Zaragoza.

tres espacios / Esta muestra se enmarca dentro del festival nacional de fotografía PHotoEspaña, lo que supone que es el quinto año consecutivo que esta cita utiliza las salas de este centro zaragozano para ubicar alguna de sus exposiciones. Según Ana Berruguete, responsable de las muestras de PHotoEspaña, «Zaragoza es una de las sedes más importantes. Venir aquí con platos fuertes es un deber», dijo.

Expolio se divide en tres secciones diferenciadas situadas en espacios separados. En primer lugar, el visitante se encontrará con una serie de obras denominadas Riquezas, cuyas fotos han sido tomadas en dos lugares distanciados geográficamente. Por un lado, Prat ha querido enseñar al mundo un «expolio que cabe en el bolsillo, en el nuestro», refiriéndose al coltán, un mineral necesario para fabricar los componentes de los teléfonos móviles. Las minas de este preciado material se encuentran en su mayoría en la República Democrática del Congo, donde la artista ha capturado instantáneas de cómo es el día a día de aquellos que se dedican, en precarias circustancias, a la extracción del coltán. Por otro lado, Prat también ha viajado hasta el delta del río Níger para dar cuenta de la situación de unas tierras contaminadas por las empresas que se dedican al refinado del petróleo. «Hay muchos intereses en la zona y es difícil que estas fotos llegen a Europa», dijo la aragonesa, nacida en Altorricó, Huesca.

El siguiente espacio se llama Conflictos, un nombre bajo el que se agrupan una serie de imágenes que descubren las consecuencias de la lucha por los recursos naturales del continente africano. En esta parte del planeta se concentran el 40% de las guerras del planeta, y según Prat, aunque no se puedan reducir a una todas las causas de estos conflictos armados, el control de la riqueza mineral en estos países es una de las obvias. En la república congoleña, que de nuevo sirve de ejemplo, la guerra lleva lacrando a la población local desde hace más de 20 años, y en Nigeria, el desigual reparto de la riqueza y la dejadez institucional ha permitido al grupo radical islámico Boko Haram expandirse sin oposición.

visión femenina/ Ellas es la tercera parte de la exposición, dedicada a las mujeres que viven in situ estos conflictos y que sufren la violencia por duplicado. «La historia siempre se cuenta desde el punto de vista de los hombres, y a ese relato le falta el de la otra mitad de la población», dijo Prat. Expolio se completa el documental de Prat Boko Haram, una guerra contra ellas, en el que los testimonios de mujeres secuestradas por los terroristas centran el relato.