(Atención, contiene 'spoilers')

La batalla de Invernalia, esa lucha a fuego y hielo en la que las huestes de Daenerys Targaryen y Jon Snow se batieron contra el ejército del Rey de la Noche, forma parte ya de la gran historia de la televisión. El tercer episodio de la última temporada de ‘Juego de tronos’ ofreció una fascinante mixtura de tenebrismo pictórico, muertos vivientes, ‘kaiju’ fantástico y ‘survival horror’ nunca vista hasta ahora… por los que pudieron verlo, o distinguirlo, a través de las sombras de las pantallas de televisión, ordenador o dispositivo móvil. Porque más allá del prodigio visual y narrativo ingeniado por el realizador Miguel Sapochnik y el director de fotografía Fabian Wagner, o del estremecedor vuelo de Arya Stark y su letal daga de acero valyrio, el gran debate entre la excitada grey tronista dentro y fuera de las redes sociales fue la oscuridad del capítulo, para muchos exagerada, que podía obligar a achinar los ojos para distinguir detalles, cuando no a apagar cualquier fuente de luz o bajar las persianas hasta convertir nuestra estancia en una cripta. ¿Esa oscuridad casi tétrica era algo normal? ¿Era una audaz apuesta artística a cargo de los responsables de la serie que se les acabó volviendo en contra? ¿O fue un fallo técnico de HBO o Movistar+, las plataformas de 'streaming' encargadas de su emisión?

"A mí me parece maravilloso que todo sea tan oscuro. Es una decisión artística de riesgo destinada a provocar sensaciones, a jugar con los límites, que forma parte de una nueva tendencia fotográfica de experimentar con la oscuridad. La película 'La llegada', de Denis Villeneuve, era muy oscura. Y la serie 'La peste', de Alberto Rodríguez [Movistar+], sin ir más lejos, también era muy oscura", comenta a este diario el director de fotografía Eduard Grau, nominado este año al Goya por su trabajo en 'Quién te cantará', de Carlos Vermut.

"Invernalia es nieve, frio y noches muy oscuras. Esa oscuridad era imprescindible para meternos en una atmosfera inmejorable para una batalla contra la muerte, para intensificar ese contraste entre la oscuridad-frio de la muerte y luz-fuego de la vida», ratifica José Skaff, responsable de producción original del canal TCM y director de la atrayente distopía 'Vulcania'. Para el cineasta argentino, no hay mejor plano imaginable que el de la primera línea de defensa formada por los Dothrari y sus sables de fuego adentrándose en la oscuridad. "Desde lejos vemos cómo las antorchas se van apagando. Es una imagen silenciosa pero aterradora, magistral a nivel narrativo".

En opinión de Eduard Grau, el problema, si es que lo hay, es de tipo técnico, pero no precisamente de los responsables de la serie. No en vano, el capítulo en cuestión tuvo un presupuesto récord de 15 millones de dólares, y en su rodaje se emplearon nada menos que 11 semanas, en un récord absoluto de la historia de la televisión, así que por focos no sería. "La gente debería ver estos productos del mejor modo posible, con la televisión bien calibrada. Si no es el caso, y encima el 'streaming' tampoco es perfecto, es normal que se acabe viendo mal y sea frustrante para el espectador", afirma el reputado operador catalán, que elogia la labor de su colega Fabian Wagner, responsable también de la fotografía de 'Liga de la Justicia' y 'Overlord'. "Es un tipo muy interesante, con un trabajo estilizado y agresivo visualmente", asegura Grau.

ERRORES DE LA COMPRENSIÓN

Asumido, por tanto, que el problema de la negrura extrema no es de tipo artístico, el director de fotografía Pol Turrents explica con detalle las dos cuestiones fundamentales que ayudan a comprender por qué muchos espectadores fueron incapaces de ver nada entre el clarosucuro: por un lado, el sistema de compresión digital del original para poder ser emitido por 'streaming', que provoca errores; y por otro, que el espectador no suele ver la televisión en las mejores condiciones posibles. Dejemos que se explique el técnico catalán: "La gente no ve los fallos de la compresión digital cuando la imagen tiene mucha luz. El problema es que este capítulo de 'Juego de tronos' era muy oscuro, con un 90% de imágenes que eran gradaciones de grises oscuros. Las televisiones actuales están pensadas para gradaciones del negro al blanco. Pero si pasas de gris oscuro a otro gris oscuro antes de llegar al negro, de golpe te sale una raya negra. Eso es porque el sistema de compresión no es capaz de procesar tanta información en tan poco rango".

Dicho de otra manera, las transiciones no son nítidas, sino en forma de corte abrupto, y eso es lo que percibe el ojo como algo molesto que obliga a un esfuerzo extra para captar los detalles: "Si subes el brillo, en la parte de nubes hay como partidas de tetris que se mueven, cuadritos, líneas oscuras que se cortan. Ese defecto se llama 'banding' y solo existe en televisión".

CONSEJOS PARA AJUSTAR LA TELEVISIÓN

En cuanto al tema de las condiciones de visionado, Turrents, ay, se echa las manos a la cabeza: "Tengo un amigo que me dice que ha visto el episodio en el balcón, y se quejaba de que no veía nada. Faltaría más. Así no se ve ni 'Médico de familia'. La gente está viendo HBO o Netflix de cualquier manera, en medio de la calle, con lo cual no se pierde solo la experiencia, sino el contraste de las imágenes oscuras».

El técnico nos recomienda buscar en el menú de nuestra televisión los llamados perfiles de color y elegir el 'modo cine'. Y para los más valientes, aconseja entrar en los menús avanzados y poner en 'off' todas las opciones de reducción de ruidos y similares. "Todo eso, por supuesto, no sirve de nada si no tenemos las persianas bajas y las luces apagadas.

EN EL CINE SE HABRÍA VISTO PERFECTO

"Este episodio, en un buen cine como el Phenomena, se habría visto de la rehostia", asegura con entusiasmo Turrents. Aquí el asunto, como apunta Grau, radica en una cuestión técnica que poco tiene que ver con el equipo artístico y de producción de la serie. "La cadena HBO ha sido muy valiente porque ha tomado muchos riesgos estéticos y narrativos: ha puesto la imagen al servicio de la historia, no de la técnica. Hacer cosas tan oscuras para televisión es peligroso, porque la gente se acaba quejando siempre». En este sentido, y en opinión de Skaff, la apuesta artística por la tenebrosidad "ha sido otro truco magistral de los creadores para magificar ese espectáculo apabullante en el que se ha convertido la serie. Realmente han sido valientes para enfrentarse a la norma, y en ocasiones mandato, de las grandes cadenas, para saltarse las reglas y arriesgar al servicio de una atmósfera, de un relato".