Se acabaron las posibilidades de escape para Michael Jackson. El miércoles, tras 12 días dedicados a escuchar a más de 20 testigos y después de sólo 24 horas de deliberación, los 19 miembros del jurado de acusación reunido para evaluar su caso decidieron que hay pruebas suficientes para juzgar al cantante. Con esa decisión, que permite al fiscal ir directamente a juicio sin vistas preliminares sobre las pruebas, el tren de la justicia corre ya a toda máquina. Y esta vez no hay dinero ni acuerdos fuera de los tribunales que lo puedan detener.

Dado que sobre el caso pesa una orden judicial de secreto sumarial se desconoce aún qué cargos exactos se presentarán contra él. En diciembre, la fiscalía presentó siete de pederastia y dos de intoxicación etílica de un menor que podrían acarrearle una pena de hasta 20 años de cárcel.

En el juicio definitivo --que aún no tiene fecha prevista-- se presentarán los cargos que se haya decidido en la reunión del jurado de acusación, que ha escuchado, entre otros, a la presunta víctima (que ahora tiene 14 años), a su hermano, a sus padres y al psicólogo que lo trató. Los cargos pueden ser más o menos tanto en gravedad como en cantidad.

Lo que sí se sabe ya es la fecha en que Jackson tendrá que volver a presentarse ante la justicia. Será el 30 de abril, y los abogados del artista ya han anunciado que en esa comparecencia se declarará no culpable. Lo que no se sabe es si se volverá a organizar el circo que montó en su primera aparición en el tribunal del condado de Santa María, un espectáculo patrocinado por los medios de comunicación, que han convertido en espectáculo todo el proceso: desde la ejecución de la orden de búsqueda en noviembre en el rancho Neverland hasta la entrega del cantante a las autoridades dos días después pasando por cualquier aparición pública del autor de Thriller.

Ayer, el cantante volvió a ocupar portadas y a abrir los programas informativos. Y sus abogados quisieron recordar que su cliente es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Es más, Benjamin Brafman, uno de los defensores, emitió un comunicado asegurando que "no sólo es presunto inocente, sino que lo es de hecho".