En 1995, Kirmen Uribe estaba en la cárcel de Basauri (Bilbao) por insumisión al ya extinguido servicio militar. El preso obtuvo un premio literario y el director del centro penitenciario le pidió su palabra para no fugarse si le concedía permiso para ir recogerlo. Dicho y hecho.

Ahora, 14 años después, el poeta Uribe no tiene que solicitar vía libre a nadie para tener en sus manos otro galardón: el Nacional de Narrativa, que le fue ayer concedido por su primera novela: Bilbao-New York-Bilbao, editada en euskera y cuya traducción al castellano y al inglés estará lista en breve. El autor narra en el libro un viaje a EEUU y lo mezcla con historias sobre las tres generaciones de su familia, de tradición pesquera. "Es algo más que un homenaje a mi familia", aseguró ayer el autor.

Uribe (Ondárroa, Vizcaya, 1970) se sintió "extrañado" cuando el Ministerio de Cultura le comunicó el fallo, que está dotado con 20.000 euros y que premia a la mejor novela publicada en el 2008 en cualquiera de los idiomas oficiales de España. Tan extrañado, añadió Uribe, como Barack Obama cuando le otorgaron el Nobel de la Paz. Y "agradecido", claro. El premio Nacional de Narrativa --que en el 2008 recayó en Juan José Millás-- consigue ahora poner en el mapa literario nacional a un autor vasco que no es conocido por el gran público, a pesar de que su nombre pega muy fuerte en Euskadi y también en EEUU. Las librerías más importantes de Nueva York tienen ediciones traducidas al inglés de Mientras tanto duerme la mano, un poemario en euskera que fue acogido en el 2001 como todo un acontecimiento literario y que fue comparado por muchos críticos con el primer Bernardo Atxaga. "Algo que me halagó y me produjo respeto", explicó Kirmen Uribe.

POETAS SIN LECTORES El autor vasco confesó que tenía la sensación de que los poetas se habían quedado sin lectores, así que decidió que eran los poetas los que se tenían que arrimar a la sociedad y no al revés. Por eso, sus poemas nacen con la intención de "hacer disfrutar" al público. Incluso, "hacer que se sientan vivos", reconoció el escritor.

A pesar de su éxito en la poesía, Uribe se percató de que también podía escribir novelas, algo que le abrió "muchísimas posibilidades". De ahí nace la idea de Bilbao-New York-Bilbao, un mosaico "fácil de leer" que reúne cartas, correos electrónicos, diarios y poemas y cuya columna vertebral es el viaje que Uribe hizo el año pasado a EEUU, un país que cambió su forma de pensar y de concebir la literatura. "El premio es un espaldarazo fantástico. Estoy convencido de que mucha gente se animará a leer la novela", concluyó.

El autor define su libro como una "ficción dentro de la ficción, con datos autobiográficos. Un juego entre el lector y el autor, nada fiable, y en el que de fondo está la historia de tres generaciones de vascos, la de mis abuelos, de la preguerra; la de mis padres, de la guerra, y la mía, a caballo entre los siglos XX y XXI", argumenta.

Y es que a este joven escritor le encanta la ciudad de Nueva York, adonde viaja dos veces al año, en su mayor parte para realizar lecturas poéticas y charlas sobre libros de poesía. Su libro de poesía "Mientras tanto dame la mano", editado en bilingüe por Visor, también está editado en Estados Unidos con gran éxito.

La primera novela de Uribe ha nacido con éxito, ya que además del Nacional de Narrativa también se llevó el premio de la Crítica en euskera, el pasado mes de abril.

"Es un libro que está siendo muy leído y me encanta --dice--, porque tenía miedo de que al lector no le gustara, por la novedad en la estructura y esos vacíos que dejo, pero no ha sido así, el lector ha sido muy inteligente y ha sabido rellenar los espacios en blanco", concluye este autor.