Llegó al rap en un recreo del colegio cuando aún estaba en Primaria con una cinta y un walkman y tiene claro, muchos años después, que «es una herramienta de cambio social». Krevi Solenco acaba de publicar Varios años después, un trabajo de ocho canciones que se podría decir que repasa los últimos años de su vida.

«Es un conjunto de temas en los que resumo un poquito mis últimos cinco años de pensamientos y sentimientos de los últimos años y los utilizo un poco como autoconsejos por si algún día me pierdo y los necesito», empieza a explicar Krevi Solenco que tiene claro que si el disco se articula en torno a algo es a él: «La unidad del trabajo soy yo mismo porque junto a la propia evolución que he tenido, el primer tema dista mucho del último, todos tienen algo que ver porque de alguna manera yo soy el que lo escribo y yo lo he vivido».

Uno de los ocho temas está rapeado en aragonés (No cal), una faceta en la que Krevi Solenco se dio a conocer en el disco colectivo O zaguer chilo publicado el año pasado: «Si alguien conoce alguna canción de mí es No ye rap (incluida en ese recopilatorio) aunque no fue la primera que hice» dice antes de proseguir: «Hace unos años estuve en un pequeño curso de iniciación de aragonés y a los dos o tres años me puse un poco más en serio hasta que los conocimientos que he ido adquiriendo me ha permitido hacer alguna canción en aragonés. Poco a poco voy haciendo más porque es muy complicado ya que mi vocabulario en aragonés es bastante limitado (no he rapeado ninguna letra que no sea mía) y acabas utilizando las mismas palabras aunque digas cosas distintas, lo bonito está en ir avanzando».

ORÍGENES DEL GÉNERO

Para Krevi Solenco, el rap es mucho más que música: «Intento compartir cosas en las redes para que la gente vea que el rap no es solo lo que sale en la tele o lo que se escucha en ciertos medios de postureo, chuleo,… Yo lo utilizo como una herramienta de cambio social, al fin y al cabo, los orígenes del género provienen de las clases bajas donde los chavales jóvenes explicaban lo que les pasaba, lo que veían, los problemas que había, las injusticias sociales… Yo no soy uno de ellos y vivo en mejores condiciones que las de ellos entonces pero eso no quita para que aporte mi grano de arena de una manera u otra y utilice el rap para pasármelo bien, tener buenos amigos pero también para intentar utilizarlo como una herramienta de cambio social».

Es cuando Krevi Solenco echa la vista atrás para recordar su encuentro con el rap: «Iría a tercero o cuarto de Primaria y tenía un compañero que era el hijo de un amigo de mi padre. Hubo varios recreos que lo veía solo siempre con los cascos escuchando música. Un día me acerqué y le pregunté qué estaba escuchando y me pasó los cascos y era una cinta grabada de un disco muy conocido de aquí de rap. Me moló mucho, letras tan explícitas, un ritmo repetitivo pero rimas que nunca había oído y le dije mañana te traigo una cinta y me haces una copia. Y empecé a escuchar este grupo y a partir de ahí, el chaval me pasó más grupos y yo fui investigando y demás. Fue a partir de los 16 o 17 cuando lo sociabilicé, nos reuníamos en Helios, en el Parque Grande, a rapear e improvisar y nos fuimos conociendo. Tuvimos un grupo antes y desde el 2010 llevamos Ypsen (que colabora en el disco y que se ha encargado de masterizarlo y de la parate del sonido) y Krevi compartiendo escenarios. Fue en se momento cuando me abrí hacia el mundo el rap, primero lo interioricé de manera individual y luego ya lo compartí con otras personas».

Varios años después se puede escuchar gratuitamente en internet aunque Krevi Solenco tiene previsto sacar una pequeña tirada de cedés: «Es más por romanticismo que por otra cosa, por tener una librería cuando sea mayor con todos los trabajos que he hecho y mis amigos, siempre gusta hacer este tipo de cosas. Ya de pequeño con menos poder económico me hacía yo mi propia copia con mis portadas y ahí los tengo», concluye Krevi Solenco.