El III Congreso Internacional sobre Musealización de yacimientos arqueológicos se cierra hoy en Zaragoza con unas conclusiones que pueden resumirse en dos: que los protagonistas de los vestigios hallados son los antiguos habitantes que los crearon, es decir, lo intangible. Y que los verdaderos destinatarios de ese saber que recogen los arqueólogos tienen que ser los ciudadanos. Con 410 inscritos, esta tercera edición del congreso ha superado en participantes a Alcalá de Henares, que tuvo 85 en el año 2000 y a Barcelona que en el 2002 logró reunir ya a 400.

Zaragoza cede el relevo a Santiago de Compostela para organizarlo dentro de dos años, a la que seguirá Cartagena en el 2008. En Alcalá destacó la reflexión sobre cómo integrar o no los hallazgos arqueológicos en el paisaje urbano; en Barcelona se convirtió el tema en interdisciplinar, como un problema que implicaba no sólo a los arqueólogos, sino también a arquitectos y a gestores culturales y económicos.

El congreso de Zaragoza se ha caracterizado por la pluralidad de planteamientos y de iniciativas museográficas y la amplia presencia de los territorios españoles (Andalucía, Cataluña, Madrid, Galicia, Extremadura, Castilla León, Valencia...), además de participantes de Portugal, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Israel y Uruguay, entre otros países.

Como resumen de las cuatro ponencias de esta edición pueben destacarse en primer lugar la necesidad de avanzar en la inclusión del patrimonio arqueológico en los planteamientos urbanísticos y de desarrollo sostenible (Antoni Nicolau), así como buscar la máxima legibilidad de los vestigios por ellos mismos, no vulnerar la integridad de los restos ni ir más allá de la certeza de la arquitectura , y saber comunicar lo intangible de forma clara a los contemporáneos (Manuel Olcina).

También se destacó que la presentación de los hallazgos debe hacerse de una forma rigurosa y a la vez amable, simpática, sorprendente y divertida, en una disfrutadora interacción de conocimientos con el público (José Antonio Lasheras). Y la conciencia de que el dinero de la musealización es dinero público (el protagonista tiene que ser el visitante), lo que crea a la vez la responsabilidad de conocer con claridad a sus destinatarios (qué queremos decir y para quién), con la interrogación sobre qué pasará cuando no se den recursos públicos para continuar haciendo museos (Renée Sivan).

La profesora uruguaya Renée Sivan señaló ayer que el visitante de un yacimiento "tiene que llevarse en la memoria algo que no es una fantasía, sino que es parte de su ser". Siván incidió en el doble respeto con que los agentes de patrimonio deben obrar tanto respecto al yacimiento ("cada uno es único", dijo), como al visitante, que al contemplar el descubrimiento arqueológico debe verlo como un descubrimiento personal y propio.