Los más tímidos se ríen. Los más osados sueltan una carcajada tan sonora que impide oír alguna que otra frase del diálogo. Pero tanto los unos como los otros disfrutan de lo lindo. Y es que eso es fácil si en mitad del escenario se está representando La cena de los idiotas .

El jueves pasado tuvo lugar su estreno en el Teatro Principal pero todavía hay tiempo hasta el próximo miércoles para acudir a ver esta genial comedia. Bajo la órdenes de Paco Mir, uno de los miembros de Tricicle, los actores Fernando Huesca y Jorge Calvo, listo e idiota en sus papeles, respectivamente, provocan el delirio entre el público con unos diálogos que no dejan a nadie indiferente. Acciones rápidas que conllevan un enredo detrás de otro, eso sí, siempre por rezagados respecto a las risotadas que emanan del patio de butacas una y otra vez.

El punto de partida de la obra es sencillo. El señor Luis Mayo, Fernando Huesca en la realidad, tiene la costumbre de realizar todas las semanas, en compañía de sus amigos, una cena en la que tienen como invitado a un idiota que practica aficiones estúpidas. Esta vez, el idiota ocupa sus ratos libres en hacer maquetas de importantes edificaciones con cerillas.

Esta obra es un adaptación de Le dinner de cons , del francés Francis Veber, comedia que triunfó en el país galo en París en 1993. En España, La cena de los idiotas se estrenó en el año 2001 y se representó tres temporadas seguidas en Madrid. Después comenzó su gira por el resto de la geografía española que, estos días, le ha traído a Zaragoza. Si todavía no tiene plan para el fin de semana, no lo dude y compre su entrada, como dice Paco Mir, "tiene verla para dar envidia a sus amigos".