"Es necesario llegar a un equilibrio en la renovación de las ciudades que conjugue la oferta de calidad de vida con el respeto al pasado, y eso no siempre es posible". El director del Museo de Historia de Barcelona, Antoni Nicolau, resumía así el planteamiento en torno al que gira el Congreso Internacional de Musealización de Yacimientos Arqueológicos, que desde ayer y hasta el día próximo día 18 se celebra en el Auditorio de Zaragoza.

Y es que la aparición de restos arqueológicos en suelos urbanos plantea problemas que hacen muy difícil compaginar los intereses de arqueólogos e historiadores con los urbanísticos, de ahí que en la primera jornada del congreso se plantease la necesidad de elaborar un protocolo de actuación que recoja los factores que se deberían analizar a la hora de decidir qué hacer con un yacimiento. Porque, como dice Nicolau, "ni debe ganar siempre la excavadora, ni la ciudad ha de convertirse en un museo al aire libre, que nos llevaría a pisos de 20 metros cuadrados".

Así, los expertos reunidos ayer en Zaragoza, que superan los 400 inscritos, delegaron precisamente en Nicolau la elaboración del borrador de este documento metodológico, que incluiría diez puntos: la monumentalidad de los restos, singularidad, legibilidad (que el público los pueda entender), valor histórico, valor simbólico, valor de uso, capacidad de musealización, impacto ambiental, sostenibilidad y capacidad de gestión y estado de conservación.

Estas pautas, sin embargo, "no son una fórmula estandar, sino que cada yacimiento debe ser analizado de forma individual", de ahí que la intención sea enriquecer este documento con la aportación de los profesionales, tanto con los planteamientos que puedan salir del congreso como a través de "un foro en Internet" en el que se aporten ideas.

De esta forma, se establecería una serie de criterios genéricos que deben tener en cuenta los políticos a la hora de tomar la decisión sobre la intervención en los restos hallados. Y, aunque los expertos insisten en que este decálogo no es una fórmula mágica, sí tienen claro que hay que establecer una serie de pautas que lleven a un equilibrio en el modelo de ciudad, "pues hay que replantearse si hay que construir párkings en los centros históricos, si hay que impulsar los transportes públicos; son cuestiones que van más allá de la arqueología, pero que sin duda le afectan", concluye Nicolau.