La XXXVI edición del Festival de Música Antigua de Daroca, que tiene lugar desde hoy y hasta el 11 de agosto, se abre a "todo el mundo" y convierte a esta localidad aragonesa de sabor medieval en un lugar "único" en España.

Así lo afirma el organista y director artístico del festival, José Luis González Uriol, para quien hoy en día es "más fácil" disfrutar de estos estilos musicales, que han llegado "a todo el mundo", ya que incluso, subraya, "la gente joven está encantada de oír un Vivaldi o un Bach y lo reconoce". Además, González Uriol destaca que el de Daroca es el único evento musical en el que se unen "la didáctica y la expresión", con un curso que complementa al propio festival, que es "el más numeroso en alumnos y profesores".

RIQUEZA MUSICAL A ello se une la riqueza musical, tanto vocal como instrumental, con instrumentos típicos de la época y otros actuales que presentan peculiaridades, como el violín o el fagot barrocos, que ofrecen unas posibilidades "inagotables" y un repertorio "inacabable", asegura el especialista.

González Uriol subraya, además de que sea un evento único en España, el "ir y venir de la gente", el hecho de que todo el que visite esta localidad de sabor medieval "se va a encontrar música desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la madrugada", una música que "copa todos los rincones" imaginables y que crea un ambiente "que no se puede encontrar en ningún otro sitio", aparte de servir como encuentro para gentes procedentes de todo el globo.

DOS NOMBRES PROPIOS En esta XXXVI edición del Festival de Música Antigua de Daroca hay dos nombres propios del mundo del arte que predominan, El Greco --en el quinto centenario de su muerte-- y Carl Johann Emanuel Bach, el hijo más prolífico musicalmente hablando del gran genio alemán y del que se cumplen 300 años de su nacimiento.

Sobre ellos girarán varias de las actuaciones de las que se compone el programa de un festival que volverá a inundar al pueblo de Daroca de esta música que abarca desde el Medievo hasta el Barroco o el Preclásico y "auditivamente" apta para todos los públicos, ya que "entra directamente al corazón de quien la escucha".

El organista zaragozano recuerda cómo surgió el festival y cómo dio sus primeros pasos, con una historia que no deja de ser curiosa. En 1979, Uriol y el musicólogo Pedro Calahorra marcharon a Madrid "con lo puesto" con la intención de pedir ayuda para organizar un homenaje al organista Pablo Bruna en el tercer centenario de su muerte en su localidad natal, Daroca.

Su primera parada fue en el despacho del entonces duque consorte de Alba, Jesús Aguirre, con quien consiguieron reunirse y quien les envió a un responsable del Ministerio de Cultura, quien les propuso organizar un curso en lugar de un simple concierto.

Y así dio comienzo el Festival de Música Antigua de Daroca, con una ayuda del gobierno central durante sus primeros años hasta que comienzó a despegar, y dicha ayuda se retiró.

Por ello, Uriol afirma que le da "mucha pena" que el Gobierno de Aragón no colabore en este momento con el evento y sí lo hagan "en cosas de muchísimo menos valor"; puesto que este festival es el único en Aragón de música antigua.