La condición de artista oficial y neoclásico, contenido y cortesano en un siglo de romanticismo y los movimientos liberales dejó "fuera de la historia" al escultor Ponciano Ponzano, nacido en Zaragoza en 1813, a quien el investigador Wifredo Rincón dedica una biografía en el 125 aniversario de su muerte. El libro, de 230 páginas, forma parte de la Colección Mariano de Pano y Ruata sobre personajes aragoneses que edita la Caja Inmaculada (CAI) y fue presentado ayer en una rueda de prensa.

Ponzano no sólo es el titular de la calle de la comisaría Centro, sino el autor de los leones de bronce y el frontón de la fachada del Congreso de los Diputados de Madrid, cuyo proyecto ganó en concurso cuando se encontraba en Roma becado por el rey Fernando VII.

Ponciano Ponzano era hijo del conserje de la Academia de San Luis, lo que le permitía desde niño "tocar las obras escultóricas", y pasó su infancia en Zaragoza hasta los 16 años en que marcha a Madrid y se establece mediante valedores que van falleciendo sucesivamente .

Así lo explicaba ayer Wifredo Rincón, el autor del libro, quien señaló cómo él mismo tuvo la oportunidad de subir al frontón parlamentario y tocar aquellas esculturas de su paisano, y constatar de cerca cómo eran "menos severas y clásicas", muy en consonancia con la biografía romántica de este hombre (el libro incorpora una autobiografía), al que su esposa abandonó para irse a vivir con un actor.

Esas alegorías escultóricas vienen detalladas en el libro de Rincón , acompañadas de ilustraciones. también la fachada de los Jerónimos es suya y se conserva todavía en yeso.

Wifredo Rincón buceó en los archivos de la Academia de San Fernando y concluye que "no se separa la vida de Ponzano de su obra", y agrega que ésta "se ha banalizado". Su obra supone para la escultura española un ejemplo del clasicismo que se da desde Carlos IV hasta la restauración alfonsina. De Ponzano son el sepulcro de la infanta Luisa Carlota para El Escorial, una serie de bustos reales y la decoración del Paraninfo de la Complutense. En Zaragoza tiene el busto de Juan Bruil en el cementerio de Torrero y el panteón del general Manuel de Ena en la capilla de Santa Ana del Pilar.