Asegura que ser hijo de libreros le influyó porque pasaba las tardes leyendo, conociendo "a mis primeros héroes, mis primeros villanos», Astérix, el conde de Montecristo... aunque luego profesionalmente estudió Ciencias y «por el efecto 2000, informática, de ahí a programar y fui ascendiendo hasta dirigir una empresa nacional». Hoy, alejado de ese trabajo, presenta este martes su primera novela, De donde -nunca- vuelves, a las 19.00 horas, en la Librería General.

-¿Escribir para usted es más que un hobby?.

-Podría serlo pero yo soy monotarea. Al final suceden cosas a nivel personal y profesional y me di cuenta de que no me gustaba mi trabajo y pensé en sacar la creatividad que creía que tenía dentro y me lancé a escribir.

-¿Todo gran lector lleva dentro un escritor?

-Todas las personas tienen algo que decir, sobre todo cuando hay experiencias vividas a cualquier nivel, pero luego tienes que tener la oportunidad. Yo estaba muy cansado de números y cifras. para mí la experiencia es genial.

-La novela viene avalada por Talento Caligrama.

-Yo quería saber cómo estaba mi novela, yo sabía que la novela estaba bién, pero claro, yo qué me voy a decir... otras personas lectoras la leyeron y se sorprendieron mucho. Después me hablaron de los informes editoriales y caí en Penguin Ramdon House que tiene un sello editorial que es Caligrama, que autopublica pero también tiene un programa de talento. Hablé con ellos, les mandé el manuscrito y el informe editorial fue muy bueno. Todo fueron facilidades y aquí estoy.

-‘De donde -nunca- vuelves’ es un ‘thriller’ clásico. ¿Es el género que le gusta?

-Yo voy a la parte romántica de todo esto. Me gusta mucho Hammett, Chandler, los clásicos del género negro, las películas del Halcón Maltés... Pensé que escribir una novela iba a ser un viaje largo. Al elegir un escenario pensé en Los Ángeles de los años 40, la época dorada de Hollywood y a partir de ahí voy metiendo cosas de la mafia, el mundo tejano. Yo quería un thriller, que fuera trepidante, pero también contar cosas. Por eso elegí una historia de huida. Shaun Dotson (el protagonista) ha ido a la guerra. La novela comienza regresando de la guerra y ya no es el mismo, se ha conocido a sí mismo y a los demás. Y a partir de ahí es ese viaje en el que hay dudas, miedos... la huida es el hilo conductor.

-La mayoría de los personajes me parecen unos indeseables. ¿Ha sido premeditado?

-Sí. Los he querido llevar al precipicio. Al protagonista lo pongo en una situación dura, que su vida familiar no ha sido sencilla y ya de salida huye de su familia para ir a la guerra y a su regreso no vuelve bien. Otros personajes hacen esa huida al revés, para reencontrarse con ellos mismos.

-Solo aparecen dos personajes femeninos, la madre del protagonista y Tessa. ¿Qué importancia tienen?

-Son fundamentales. Son los personajes más nobles y determinados que hay. Todos tienen dudas y dan bandazos pero las dos mujeres tienen las ideas muy claras. La madre es una mujer fuerte, abnegada con sus hijos y con una inteligencia ácida; y Tessa, que tiene muy claro lo que quiere, tiene mucha determinación

-Shaun huye pero cada vez se va metiendo más en el fango.

-Efectivamente. El título de la novela, lo que te está diciendo es que hay lugares y hechos que te suceden de los que nunca vas a regresar. Tú cambias y ya no ves las cosas de la misma forma. Y eso le pasa a él, que ha conocido al ser humano como es y se quiere buscar a si mismo. El hilo conductor de la novela para él es conocerse y una vez que se conoce mantenerse firme en cómo es el.

-Los contrapuntos son el sheriff y el mafioso.

-El primero es una persona que está acostumbrado a que todo se haga como él quiere, es alguien que disfruta con el dolor ajeno y con una falta de empatía. Y el mafioso es ambicioso; un hombre que reniega de su pasado y quiere convertirse en un reputado empresario angelino.

-¿Qué papel juegan los personajes secundarios, con Julio a la cabeza?

-Julio es brutal. La vida le ha llevado a ser un asesino, pero él quiere volver ser ese muchacho que estaba en su pueblito y también va cambiando. Es muy leal, aunque sea haciendo el mal; es leal hasta que comienza a dudar.

-La novela está escrita en primera persona.

-Quería que el lector sintiera las reflexiones como propias. El verdadero valor no es ponerte una armadura, un caballo y atacar, sino plantearte tus miedos.