David Civera es uno de los músicos aragoneses más relevantes de las últimas décadas. Tres discos de platino y uno de oro avalan la trayectoria de este turolense que comenzó su carrera en Lluvia de estrellas con 17 años y con 21 fue el representante de España en Eurovisión. Después de un tiempo en silencio regresa con el single y su vídeoclip Mundo diverso, que preludia un EP que saldrá a mitad de marzo con el título de Empatía. Estas nuevas canciones y algunos de sus grandes éxitos de antaño podrán escucharse hoy en un formato poco habitual en la terraza del IAACC Pablo Serrano, donde inaugura, a las 12 horas, los conciertos vermú Azotea de Estrellas, que organiza el Gobierno de Aragón en colaboración con Aragón Musical.

-Hacía tiempo que no sabíamos nada de usted ¿Dónde se ha metido y qué ha estado haciendo?

-Que me pregunten dónde he estado me causa satisfacción, pues es como que se me ha echado de menos y se agradece. Soy una persona que valora las cosas cotidianas, la familia, mi gente, mi tierra y lo que he hecho es estar con mis hijos y verlos crecer. Es algo muy bonito, pero que también requiere mucho tiempo y esfuerzo. Me gustaría que muchos padres se pusieran a criar a sus hijos para que valoraran el trabajo que hasta ahora parecía que tenían que hacer siempre las madres, aunque ahora afortunadamente ya menos. También he disfrutado de mis hobbys, la pesca, la bicicleta.. Y luego he seguido colaborando en coproducciones con otros artistas, sigo componiendo y produciendo…

-Algo que siempre me sorprendió es que alguien como usted, que alcanzó el éxito y además muy rápido, nunca haya abandonado Teruel, cuando parece que el salto a Madrid es casi obligado para los grandes artistas.

-Amo la música, pero nunca me he entendido al 100% con la industria. Me cansé del tienes que estar aquí, tienes que hacer esto y yo prefiero el qué quiero, qué puedo hacer y direccionar mi vida. No seguir esas directrices puede cerrarte oportunidades, pero yo creo que he conseguido más beneficios que perjuicios. No soy una persona que tenga ambiciones, aunque sí aspiraciones, y no todo tiene su precio y por mucho que me guste la música si me arranca de mi felicidad me convierte en un muñeco roto. Y eso era lo que no quería que sucediera. Así soy feliz en mi ciudad y con mi gente.

-Ahora vuelve con un single, Mundo diverso, que precede al E.P. Empatía. Por un lado, no deja de ser una canción pegadiza que invita a bailar, como sus temas de siempre; por otro, la temática es muy distinta pues se nota una implicación con el mundo actual y con su tierra. ¿Ha cambiado David Civera?

-Es verdad que el mensaje es distinto, pues lógicamente ha habido una evolución. Y hay un tiempo y una edad para todo. Aunque también tengo que decir que sigo con la misma ilusión con la que comencé con Dile que la quiero, con la misma energía. Y es precisamente el valor que le doy a las cosas cotidianas, a la familia, donde nace esa conciencia de hablar de la tierra en la canción y en el disco. Es una vuelta a mis orígenes en todos los sentidos, pues en lo musical fusiona tendencias actuales pero no olvida los ritmos latinos de siempre. Creo que es un disco fresco, tribal y que habla de valores. La idea de Mundo diverso viene de hace tiempo, con los atentados de París, de Barcelona… no entendía lo que estaba pasando a nuestro mundo, tanto dolor injusto… y hay un punto en el que hay que arriesgar, mojarse e implicarse a nivel musical. Quizá sea un David que nunca se había visto, pero lo que quiero es ofrecer mensajes que ayuden a reflexionar.

-El lanzamiento es en formato digital, no en formato físico en forma de cedé. Obviamente la industria musical ha cambiado mucho desde que uste empezó hasta hoy ¿Tienen sentido los discos físicos, los cedés, o ya no?

-Renovarse o morir. Hoy en día, hasta mi hijo va con un USB o escucha la música directamente en Youtube o Spotify. Hoy, las ventas de las unidades físicas pueden compensar para un músico que tenga realmente proyección, y ni a ellos. Y el coste de un LP con diez canciones es muy alto, la producción, el diseño… De todas las maneras a mí me gusta el formato físico y no renuncio a ello. La forma de escuchar música hoy es distinta y por eso he sacado en digital primero Mundo diverso y luego el EP, que puede que luego se convierta en un LP digital y quizá en Navidad tenga un formato físico. Ya veremos.

-Y cómo se vive de la música con los formatos digitales, donde todo el mundo puede escuchar música de forma gratuita. ¿De los conciertos?

-De esto no se come; estoy aquí por vocación y para disfrutar. Hoy la música ya no es mi negocio, es mi pasión. En realidad siempre se ha vivido de los conciertos, aunque ahora ya la gente tampoco va tanto. Incluso cuando yo vendía 200.000 discos, lo que ganaba por las ventas físicas era como el de un alto cargo de banca.

-¿Pues si alguien con su trayectoria no ve negocio, ya me dirá cómo lo tienen los muchos grupos jóvenes que tratan de abrirse camino?.

-Es verdad, hoy es muy difícil salir adelante en el mundo de la música. Los grupos nuevos o tienen un gran empuje social o tienen muy claro cómo se gestionan los derechos digitales; ahí está la clave, en la liquidación de los derechos digitales de las redes y eso es un negocio difícil de entender, pues están hechos como esa letra pequeña que nunca lees o quieren que leas. Complicado.

-Hoy abre usted el ciclo Azotea de estrellas en la terraza del Pablo Serrano. Es difícil no imaginarlo en un gran escenario, con una gran escenografía, coreografías… y lo vamos a ver de una forma más íntima, en formato acústico ¿Cómo ha sido participar en este concierto?

-Lo hago porque me apetece. En realidad se han dado varias causalidades. Por un lado, el Gobierno de Aragón ha colaborado en el videoclip de Mundo diverso. Un día les enseñé la canción y les expliqué el proyecto del vídeo y enseguida dieron su aprobación ya que entendieron que lanzaba un mensaje de amor a mi tierra. Y luego, me propusieron presentar el vídeo y la canción con este concierto en el Pablo Serrano en formato acústico y la idea me encantó. Creo que era una buena manera de presentar el single en un formato que nunca he hecho.

-¿Y cómo plantea el recital? ¿Qué vamos a escuchar?

-Empezaré con Dile que la quiero, que es mi bandera. La gente parece que me identifica más con Que la detengan porque fue el gran éxito, pero esta es una canción que aquí no tiene cabida, es una canción de fiesta y para otro contexto; luego seguiré con Mundo diverso y luego un unplugged de baladas, medios tiempos, Bye bye, que si cabe porque es un swing y otros de mis éxitos, además de otras canciones que sorprenderán. Estaré acompañado por batería, guitarra acústica y teclados.