La sala Oasis vivirá este sábado por la noche una fiesta en toda regla, una verbena «de las de antes» en la que la música de baile, la cumbia, el rock, el 'dance-hall' o los sonidos urbanos cabalgarán a pecho descubierto hacia la búsqueda del placer y el disfrute generalizado. La banda gallega Novedades Carminha vuelve a Zaragoza para demostrar que han conseguido de sobra lo que se habían propuesto con su último disco 'Ultraligero': que público de diferente pelaje goce sin ningún pudor ni miramiento. Carlos Pereiro Carlangas (voz y guitarra) lo deja muy claro: «Que la gente venga preparada con las zapatillas de bailar».

Los asistentes al concierto -para el que ya no quedan entradas desde hace días- podrán comprobar el salto hacia delante del grupo, una progresión que ya se dejó entrever en su anterior álbum Campeones del mundo (2016). No hay que olvidar que los de Santiago de Compostela iniciaron su andadura hace más de diez años apostando por el rock más garagero. «Seguimos reivindicando nuestros discos anteriores. Uno no mata al otro, pero sí que es verdad que seguir insistiendo en la misma idea nos resultaba un poco tedioso. No funcionamos así a nivel humano, por lo que tampoco tenía sentido hacerlo a nivel artísitico», explica Pereiro a este diario.

Así, la banda se ha rendido sin ningún complejo a la música de baile «de muchas épocas y lugares» pasándolo, eso sí, por su coctelera. «En el álbum anterior nos sumergimos en un rollo más latino y ahora hemos investigado más en la música disco, en la cumbia o en el hip hop. La promiscuidad estilística ya es una marca de Novedades Carminha, y nos sentimos cómodos con eso», indica Pereiro.

Buena muestra de esas referencias se constatan en las colaboraciones que han realizado en el disco con el rapero Erik Urano, los gallegos Esteban & Manuel o la figura del trap Dellafuente (con autotune incluido). «Ha sido un lujo participar con todos ellos; además, estamos muy pendientes de la música que se hace ahora y colaborar con otros artistas siempre te abre la mente», subraya.

Prescriptores

En este sentido, a la banda gallega siempre le ha interesado la idea de poder ser «prescriptores» de otros grupos. «No queremos adoctrinar, pero sí que nos parece interesante que a través de nuestra música la gente llegue a otras bandas. De hecho, tenemos una deuda con grupos que han abrazado muchos estilos como por ejemplo los Beastie Boys, The Clash, Blur, Gorillaz o Talking Heads», reconoce Pereiro.

Su salto evolutivo se ha producido, además, sin perder sus señas de identidad (siempre con ese punto macarra y a la vez romántico) y la apuesta por la calidad («de ser un virtuoso a ser un paquete hay un gran trecho y nosotros intentamos mejorar en cada disco»).

No en vano, con Ultraligero han logrado llegar a mucha más gente, colgar el sold out en casi todos sus conciertos y ser cabezas de cartel de varios festivales. «Lo consideramos un reto para el futuro. Ahora que hemos conseguido esto y tenemos un foco encima lo vamos a hacer lo mejor posible sin instalarnos en la comodidad. Lo mejor esta por llegar», asegura Pereiro, que apunta que el grupo ya está trabajando en nuevos temas: «Estamos investigando con nuevos cacharros en el estudio y no queremos tardar mucho en sacar aunque sea un single». Esta fórmula de realizar adelantos de temas ya la han seguido con Ultraligero, ya que canciones como Te quiero igual o Ya no te veo se publicaron antes de lanzar el álbum oficial.

El concierto de Zaragoza

En el concierto de hoy se escucharán casi todas las canciones de su último trabajo, pero también otras de discos anteriores, incluso del primero. Y es que, aunque ya tocaron el verano pasado en el Ámbar Z Music, la actuación de esta noche será la presentación oficial del nuevo disco en Zaragoza, una ciudad con la que reconocen tener «una relación especial». «Tocar allí nos flipa. Siempre nos ha pegado en la patata el hip hop porque en los 90 escuchábamos los discos de Violadores o Rapsusklei y la escena de Zaragoza nos llamaba mucho», destaca Pereiro. Una conexión que empezó a fraguarse también con su primer disco cuando conocieron la escena punk y tocaban en algunos bares de Torrero: «Siempre nos han tratado muy bien. Ya desde que empezamos a tocar las primeras veces con los Rizillos. Nuestro romance con Zaragoza va a continuar». Que así sea.