Cuando comenzó el estado de alarma muchas de las orquestas, grupos o bandas musicales aragonesas vieron cómo se frustraban en gran medida sus aspiraciones de cara a este año 2020. Con la vuelta a la nueva normalidad y las fases de desescalada, cayó ese rayo de esperanza que abría los ojos hacia unos meses de verano no tan difíciles. No obstante, se vio pronto frustrado con la normativa publicada por el Gobierno de Aragón que prohibía todos los actos y fiestas patronales en las localidades hasta al menos el 30 de septiembre.

José Luis Seguer, más conocido como Fletes, es manager y músico de grupos como Los Gandules, Pardinilla Sexteto, Cuti Vericad, China Chana o Biella Nuei, y expresa que al principio del año cada grupo tenía sus expectativas y, sin embargo, estas «han ido bajando y anulando o bien de golpe o poco a poco», asegura. «Entendiendo que lo importante es la salud, es un tremendo desastre en todos los niveles», aseguró Seguer.

En el caso de los grupos musicales de los que José Luis Seguer forma parte o es mánager, señala que los veranos hasta este año los tenían llenos de eventos, con unos más que otros, entre salas, fiestas de los barrios, fiestas en los pueblos, programaciones culturales, festivales... Todo lo que representaba «bastante jaleo», indica Seguer. Incluso el pasado verano la situación estaba siendo mucho más productiva que otros años y «la cosa iba para arriba», afirma.

Este verano, «hay gente de los grupos, en lo referente a lo musical, que están grabando o preparando nuevos trabajos, videoclips, etc., pero siempre con la incertidumbre». «¿Y esto cuándo lo podremos tocar en directo?», es una de las preguntas más habituales, según Fletes. «Con algún grupo hay alguna actuación pero con la cosa de que te lo pueden suspender dos días antes, fenómeno que sucede con facilidad», asegura.

De igual manera sucede con el grupo de rock de Ejea de los Caballeros, Tako. Mariano Gil, líder de la banda, señala que el año estaba siendo «completamente ruinoso» y que la situación que se estaba viviendo era una «putada gorda» para todas las bandas culturales. El verano para este grupo aragonés se basaba, fundamentalmente, en tocar «cuanto más mejor para hacer caja y afrontar proyectos nuevos». Y ahora, todas esas actuaciones «no se van a hacer», lamenta Gil.

Concretamente, Tako tenía prevista para este 2020 «una gira espectacular, un espectáculo poco visto en sitios no muy grandes con una apuesta arriesgada pero muy bonita», y finalmente se ha pospuesto para el año 2021», señala este componente de la banda.

Además, el periodo estival es fundamental para los ingresos de los componentes de estas bandas y grupos aragoneses, incluso algunos viven de ello: «Todos o casi todos vivimos de esto, y algunos tienen otros negocios», dice Gil. En el caso de Tako, las otras profesiones de algunos de sus miembros están relacionadas con la docencia de sus instrumentos y «seguirán sobreviviendo gracias a ello», subrayó.

Otra de las figuras afectadas es la del promotor de eventos. Es el caso de Félix Cartagena, que ve cómo «la situación está siendo trágica», solo se tiene en cuenta «al espada de los grupos y bandas musicales y no ven al que tienen detrás que monta todos los escenarios, mueve los actos o carga el camión», indicó este conocido gestor de eventos. «Las estrellas pueden soportarlo, pero la situación es muy dura porque es un trabajo muy de temporada y esta temporada se ha perdido», asegura Cartagena. Asimismo, hace hincapié en que se trata de un trabajo y de un mundo, el del espectáculo, que dura poco y por otro lado «son meses sin actividad». Por tanto, no sabe qué empresa podría llegar a soportar eso. «Muchas familias viven gracias a estos profesionales», apostilla.