Hace ya unos meses desde que la mezzosoprano Beatriz Gimeno iniciara una pequeña aventura en el mundo del bolero, que acabó materializándose en varios conciertos y la grabación de un disco, Boleros con... usted. Hoy la cantante, acompañada de Miguel Ángel Tapia al piano, Josué Barrés a la percusión y Antonio Bernal al contrabajo, ofrecerá un concierto en beneficio de Fundat, fundación vinculada a Atades dedicada a la tutela y tratamiento de personas con discapacidad intelectual, a las 20.30 en la sala Luis Galve del Auditorio.

-¿Qué escuchará el público que vaya hoy a la sala Luis Galve?

-El concierto será básicamente el disco, con alguna sorpresa, unas piezas muy bonitas que están fuera de lo que habitualmente hacemos. En el álbum buscamos la variedad, hay algún tango, algún bolero, música más lenta, música un poco más movida… Jugamos un poco para que haya contraste.

-Con la perspectiva que dan los meses, ¿cómo le ha sentado el cambio de lírica a boleros?

-Bien, no me ha supuesto ningún cambio de registro vocal, ni he realizado ninguna preparación especial. Están saliendo bastantes conciertos a raíz de la presentación del disco, pero eso no quiere decir que sea un parón en mi carrera, porque ahora en Semana Santa me voy a hacer cinco ciudades en siete días haciendo música sacra. Cantar boleros es algo que me apetecía y surgió la oportunidad, pero simplemente es algo diferente que me enriquece profesionalmente.

-¿No se plantea realizar ningún proyecto más con esta formación, que parece estable?

-No, no, ahora mismo no. Nunca se puede decir, porque hace un año me dices que iba a hacer un disco de boleros y yo hubiera dicho, imposible. Es que surgió de un ensayo con Miguel Ángel Tapia, que tocó un bolero en un descanso y yo dije, ¡ah!, este me lo sé, y luego otro, y él dijo que vocalmente no iba mal. Y de ahí surgió la idea de hacer un concierto y luego el disco, pero no fue algo premeditado.

-¿Qué diferencias se pueden encontrar con los boleros originales?

-Todos los arreglos musicales en el disco son del maestro Tapia, por lo que hemos hecho los boleros nuestros, a nuestra manera de sentirlo. Es un estilo que canta todo el mundo y hay cuarenta mil versiones. Todo el mundo conoce, Nostalgia, Aquellos ojos verdes, Usted, y escuchará una versión totalmente diferente a la que está habituado.

-Ha dicho que no le ha costado el cambio de registro, ¿ve relación entre la lírica y los boleros?

-Siempre trabajas con la voz, con el sentimiento con la palabra y con técnica. Yo soy profesora de técnica y doy clase a muchos joteros, Nacho del Río, Óscar Badías... La técnica de la voz es universal, luego es diferente el estilo y el carácter que tú le quieras imprimir, no es lo mismo una jota que una zarzuela, de acuerdo, pero partimos de la base de la voz y lo que es capaz de transmitir.

-¿Habrá más conciertos de boleros? ¿Y los próximos de lírica?

-Con los boleros vamos a Ejea el 29 de abril, el 6 de octubre al teatro de Tarazona y estamos pendientes de Calatayud y Barcelona. Y en cuanto a lírica, el lunes 10 de abril estoy en Pamplona en una misa de difuntos de Eslava y el 11 hago el Requíem de Duruflé en el Pilar con una orquesta y un coro. 12, 13 y 14 me voy a Sevilla con una banda de Ejea dirigida por Javier Comenge, y el sábado a Valladolid y a Palencia a hacer el Réquiem de Mozart con una orquesta vallisoletana y un coro de Pamplona.