´La ventana secreta´, un juguete averiado

INTERPRETES Johnny Depp, John Turturro PAIS EEUU AÑO 2004

SALAS Aragón, Cinesa Augusta, Warner Lusomundo.

Nadie puede discutirle a David Koepp un relevante papel como guionista en el cine norteamericano del último decenio. Sus trabajos para Malas influencias, Parque Jurásico, Misión: imposible y, sobre todo, Atrapado por su pasado , así lo atestiguan. Como director también ha demostrado talento: El efecto domino y El último escalón tuvieron menos fortuna de la merecida.

Pero su tercer filme tras la cámara, La ventana secreta , se parece demasiado al que es el peor, por tramposo, de sus guiones, el de La habitación del pánico , de David Fincher. El principal problema es el punto de partida. Koepp trabaja sobre una novela de Stephen King, uno de esos relatos voluminosos que sólo tiene de bueno el punto de partida.

Si las últimas novelas de King se estiran lo indecible, a muchas de las películas basadas en sus relatos les ocurre exactamente lo mismo. Y La ventana secreta no es una excepción, sino más bien una confirmación en toda regla.

¿Qué tenemos? Una historia inquietante que apenas inquieta y que se corona con un final tan previsible como insatisfactorio. Koepp encierra a su protagonista, un escritor recién separado de su esposa al que da vida Johnny Depp, en una casa alejada de la ciudad. Un día se le aparece un misterioso personaje acusándole de haber plagiado un relato suyo. Es de Misisipí y parece un cuáquero. La interpretación de John Turturro le da, a ratos, un plus aterrador.

Y poco más. La película es toda ella un juguete que nace averiado, sin un tema real --o al menos que de para el metraje convencional--, ni una progresión adecuada. Indefinido entre el thriller , el suspense y el terror psicológico, con unos toques humorísticos algo impostados, deja tras de sí un reguero de trampas similar al que empobrecía La habitación del pánico , otro juguete con mecanismo artificial.