El presidente de Aragón, Javier Lambán, reivindicó ayer la actualidad del escritor británico George Orwell al advertir en obras como 1984 o Rebelión en la granja contra los movimientos totalitarios que ponen en riesgo los valores de las sociedades democráticos.

Lambán hizo esta afirmación en la inauguración de la exposición Orwell toma café en Huesca que recuerda, en el museo de la ciudad, con fotografías, carteles y documentos, la presencia del autor de Homenaje a Cataluña en el frente de Huesca en el año 1937, en plena Guerra Civil española.

La inauguración contó con la presencia del hijo de Orwell, Richard Blair, quien entregó a los representantes de las instituciones organizadoras de la exposición, Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Huesca y Diputación oscense, placas de pizarra del techo de la casa situada en la isla de Jura, al norte de Gran Bretaña, donde su padre escribió 1984.

Blair aseguró que fue en la Guerra Civil española donde brotó en su padre la semilla de su sentimiento antitotalitarista, y expresó su deseo de que la exposición permita dinamizar un turismo de tipo cultural en la provincia oscense.

Lambán agradeció a Richard Blair el regalo, antes de manifestar la voluntad de su gobierno de llevar a las Cortes antes del verano una Ley de Memoria Democrática que impulse los valores de igualdad y libertad y que posibilite la participación de los poderes públicos en esta labor. Tras advertir que estos valores están en «entredicho» en distintos ámbitos de la sociedad, destacó que el texto legal proyectado dará a los aragoneses «la memoria como un derecho a la verdad, a la reparación y a la justicia».

Lambán anunció, asimismo, los planes de su gobierno de realizar un homenaje en recuerdo al 80 aniversario del paso del político alemán Willy Brandt por Aragón en su huida del dominio nazi, así como de inaugurar un monumento en reconocimiento a las Brigadas Internacionales. A su juicio, los diez mil brigadistas que participaron en la contienda constituyen «una pléyade de hombres que protagonizaron uno de los más bellos episodios de la historia del siglo XX en España».

El presidente aragonés recorrió la muestra en compañía de Richard Blair y de Quentin Koop, hijo del comandante belga de origen ruso Georges Kopp, bajo cuyas órdenes estuvo Orwell durante su estancia en el frente aragonés.

La exposición, según explicó su comisario, Víctor Pardo, está concebida como un viaje que sigue los pasos desde que Orwell se afilió al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) en la Barcelona revolucionaria de diciembre de 1936 hasta su precipitada huida de España con su esposa Eileen por el paso de Port-Bou.